_
_
_
_

Carter pide la modificación del sistema de elección presidencial

El próximo presidente norteamericano podría ser elegido directamente por el voto popular, si el Congreso se decide a redactar y aprobar una nueva enmienda que modifique la Constitución, de acuerdo con los deseos expresados por amplios sectores del país y, desde ayer, apoyados también por el presidente Carter.En un mensaje que dirigió ayer al Congreso, Jimmy Carter pidió al mismo que estudie la supresión del sistema vigente de elección presidencial, mediante el voto indirecto de los «colegios electorales», en favor de un método de elección directa, en el que serían los ciudadanos los encargados de votar por los candidatos a la presidencia y a la vicepresidencia.

El colegio electoral es una institución creada en 1787, que ha sido objeto de fuertes críticas en los últimos años, por considerarlo un sistema de elección desfasado, que entorpece más que ayuda al funcionamiento de las instituciones democráticas. El propósito inicial de los «padres de la patria» que redactaron la Constitución era conseguir un método por el que «un pequeño grupo de respetables ciudadanos » eligiera a los dos altos cargos del poder ejecutivo.

Según el sistema actual, los votantes populares eligen a los miembros del poder legislativo de cada estado, quienes, a su vez, eligen a los comportentes del colegio electoral, encargado de votar por los candidatos a la presidencia y la vicepresidencia, que se presentan en una misma papeleta electoral.

Los colegios electorales de cada estado tienen diferente número de votos,, proporcional al número de representantes en la Cámara Baja. El estado de California es el que cuenta con mayor número de votos electorales (45), mientras que seis pequeños, estados y el distrito federal de Columbia cuentan con sólo tres votos cada uno.

Para que un candidato sea elegido presidente se necesitan 270 votos electorales como mínimo. En teoría, esta cifra puede alcanzarse sólo con los votos de once estados, y aunque los 39 restantes votasen. en contra del vencedor. Esta circunstancia ha sido motivo de las mayores críticas contra el actual sistema de elección presidencial.

Por otra parte, puede darse el caso de que un candidato obtenga más votos populares que otro y, pese a ello, pierda la elección presidencial, por no conseguir los votos electorales necesarios, lo que ya ocurrió en tres ocasiones.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

O también que diferencias insignificantes en el cómputo de votos populares de los candidatos sean salvadas por la ventaja de uno de ellos en el recuento de los votos electorales.

En las elecciones de noviembre pasado, Jimmy Carter pudo ser derrotado por Gerald Ford, simplemente con que hubiera habido una pequeña variación de los votos electorales de los estados de Ohio y Hawaii, a pesar de que en el voto popular el candidato demócrata obtuvo una ventaja sobre su adversario de 1.700.000 sufragios.

Quizá por ello, el presidente Carter se decidió ayer a apoyar la reforma del sistema electoral vigente, de acuerdo con muchos congresistas y con su propio vicepresidente, Walter Mondale, que ha sido siempre un destacado defensor de la elección directa. Hasta ahora, Carter había hablado de reformas discretas en el sistema electoral, que no produjeran «drásticos cambios» en el mismo, pero ayer recomendó al poder legislativo qué estudiará las fórmulas de reformar la Constitución e implantar la elección presidencial directa, mediante el voto popular.

Los detractores de este sistema alegan que, de implantarse, los candidatos centrarán sus esfuerzos exclusivamente en las áreas más pobladas, ignorando los pequeños estados. Sin embargo, la práctica demuestra que con el sistema vigente los candidatos buscan los votos de los estados con mayor número de votos electorales, que vienen a coincidir con los de mayor número de habitantes.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_