Obras Públicas y Agricultura, protagonistas del crédito extraordinario de 50.000 millones

Los Ministerios de Obras Públicas y Agricultura, con 8.890 millones de pesetas cada uno y el de Gobernación, con 7.500 millones, resultan los tres más favorecidos en el reparto de los 50.000 millones de pesetas de crédito extrapresupuestario aprobado recientemente por el Gobierno, hasta el punto que entre los tres se reparten el 64 % de estos fondos.De acuerdo con la letra del programa de actuación económica, presentado el pasado 22 de febrero por el ministro de Hacienda, señor Carriles, los 50.000 millones irán destinados a inversión pública selectiva y será adicional al programa de inversiones públicas. La cifra total deberá ser invertida dentro del presente año de 1977 en obras que sean ejecutadas en el mismo.

Inicialmente se pretende no establecer rigurosamente la asignación de las partidas de este crédito extraordinario a obras concretas, ya que el plazo de realización, al ser breve, puede obligar a traspaso de recursos a nuevos proyectos de fácil realización.

La aplicación de los fondos correspondientes a Obras Públicas, según el proyecto existente en el Ministerio en estos momentos, se hará de la siguiente forma:

Para reconversión de las carreteras no asfaltadas de la red nacional que suponen en estos momentos 2.700 kilómetros que sobreviven de la red de caminos del siglo XIX y afectan sobre todo al tráfico entre núcleos rurales, 3.440 millones de pesetas.

Para refuerzo y mejora de firmes, 560 millones de pesetas.

Para obras de saneamiento y abastecimiento, 1.000 millones. Parte de estos fondos se cubren con partidas asignadas a Gobernación.

Para obras de riego con objetos de mejorar regadíos, 2.000 millones de pesetas. Una parte la aporta Agricultura.

Para transporte urbano y suburbano, 1. 150 millones de pesetas.

Para obras portuarias, 740 millones de pesetas.

La filosofía básica en la distribución de estos 50.000 millones es la de mantener al máximo un ritmo de actividad que permita en lo posible lograr alcanzar las cifras de crecimiento previstas oficialmente para 1977.

Otro de los aspectos que se intenta cuidar hace referencia a mantener ocupado el mayor porcentaje posible de mano de obra, con lo que se conseguiría el doble efecto de reducir, temporalmente, el índice de desempleo, especialmente en zonas rurales y el anteriormente señalado.