Callaghan insiste en descentralizar Gran Bretaña

Este fin de semana comenzarán los diálogos bilaterales del Gobierno británico con los líderes de los partidos de oposición para recoger ideas que hagan más fácil el paso parlamentario del proyecto de ley de devolución de poderes a Escocia y Gales. Al anunciar el comienzo de las conversaciones, el primer ministro Callaghan aseguró a los que desean ver el proceso devolucionista definitivamente paralizado que la presente administración no está dispuesta a ceder en sus intenciones descentralizadoras.El Partido Laborista ha discutido el tema de la devolución de poderes a Escocia y Gales a lo largo de los últimos ocho años de su historia. En su última conferencia general, refrendó su compromiso devolucionista, y el proyecto de ley, que ha sido presentado por el vicelíder Michael Foot, figura como uno de los elementos de cambio constitucional más radical de los dos últimos siglos en el Reino Unido.

La pretensión gubernamental de salvar las diferencias partidistas sobre el tema se ha encontrado con una nueva difícultad. Los nacionalistas escoces es, que en principio habían decidido boicotear aquellas negociaciones, han expuesto ahora su propio programa legislativo, en sustitución del que los laboristas diseñaron. Su plan incluye la creación de una asamblea en Glasgow, previa a cualquier consideración de los Poderes que Londres le conceda a los escoceses.

La táctica escocesa está destinada, si consigue la aprobación parlamentaria, a controlar la asamblea para presionar luego sobre el gobierno central a la hora de negociar las atribuciones del ejecutivo que se cree en Escocia. De acuerdo con la ley que el Gabinete Callaghan tiene aún en periodo de debate en los Comunes, el control de los principales recursos energéticos del mar del Norte, permanecería en las manos de Londres y no del ejecutivo de Glasgow. Para el Partido Nacionalista Escocés, una victoria electoral en esas condiciones sería un pasaporte hacia el fracaso en otra consulta electoral, porque sus condicionamientos económicos le impedirían llevar a cabo el programa que hoy prometen a sus seguidores.