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Reportaje:

Los españoles ya pueden jugar

El juego de azar fue prohibido por el general Primo de Rivera en 1924, entre otras razones por el grado de corrupción a que habían llegado algunos locales en que se practicaba. Ni siquiera los casinos con una probada tradición de seriedad y solvencia reconocidas por las personas que los frecuentaban y por la aplicación de estrictos reglamentos, pudo sobrevivir a la medida del Gobierno de la Dictadura. Uno de estos casinos, el municipal de San Sebastián conoció la última partida de ruleta.Diversas tentativas de restablecer el.juego durante la República fracasaron. Tras la victoria de Franco, el tema quedó enterrado definitivamente. Sin embargo, con el advenimiento del desarrollismo y la tecnocracia, en los años sesenta comienzán a surgir las primeras voces desde sectores empresariales, turísticos y municipales, que pedían el restablecimiento de los juegos de azar. Americanos y franceses comenzaron a interesarse por las soluciones a este problema, con el fin de inyectar -sobre todo los primeros- dinero en las industrias adyacentes, o asesorar a los sectores españoles interesados en el tema sobre las técnicas que los harían posibles. Más de medio siglo sin practicarlo había barrido toda idea técnica y organizativa sobre el mismo.

Las peticiones de legalización del juego arreciaron e, incluso, fueron tramitadas a través de las Cortes. En marzo de 1976, el temente de alcalde del Ayuntamiento de San Sebastián y procurador en Cortes, Fernando de Otazu, presentó a las Cortes una proposición de ley solicitando la modificación de los artículos 249, 350 y 575 del Código Penal, artículos que, Junto con el 1.798 del Código Civil, serían el único obstáculo al reconocimiento oficial del juego organizado.

Entre los ochenta procuradores que firmaban la proposición de ley estaba el actual ministro de Información y Turismo, cuyo departamento, junto con los Ministerios de Hacienda y Gobernación, se encargó de estudiar la despenalización y la reglamentación adecuada. El tema se trató en varios Consejos de Ministros, hasta que ha desembocado en el presente decreto-ley, donde se contemplan todas las posibles implicaciones de los departamentos que se encargaron de formalizar el decreto.

Las razones que aducían los sectores que pedían la legalización, y otras razones objetivas, se referían a ventajas de tipo turístico y, sobre todo, de tipo económico, para el Estado (erario público) y para otros sectores. En los últimos años, los españoles se dejaban anualniente -por aducir un ejemplo en los casinos franceses unos seiscientos millones de pesetas, y se ha estimado que más de quinientos millones de dólares por año no entraban a España por no estar legalizado el juego. Aparte de esto, el Estado Español dejaba de percibir unos beneficios anuales que ascenderían a varios miles de millones de pesetas (Francia obtiene de beneficios deljuego unos 6.000 millones de pesetas).

Por otra parte, la clandestinidad a que ha estado sometido el juego en España, sobre todo el de las clases pudientes económicamente, ha motivado que millones de pesetas se hayari escapado al control de Hacienda en el interior. Se supone que los españoles se han gastado más dinero en las cartas y el bingo que en la tradicional lotería e, incluso, en quinielas. Sociedades y clubs privados han engordado también al amparo de la clandestinidad.

San Sebastián: casino este verano

«La legalización del juego aportará beneficios en todos los conceptos a España. Además supone un paso importante hacia la integración en Europa en el aspecto parcial que le corresponde, dado que los países europeos, a los que España aspira a unirse, ya lo venían practicando», ha manifestado a EL PAIS, Fernando de Otazu, teniente de alcalde de San Sebastián y uno de los principales promotores de la legalización del juego, tanto desde su puesto corporativo en el País Vasco como de su escaño de diputado en las Cortes.

San Sebastián ha pedido permiso para la ubicación de un casino y espera poder tener montado uno provisional para este verano -según el señor Otazu-; y en ano o año y medio podría tener un casino definitivo a nivel europeo. También se ha pedido la ubicación de una Escuela Superior de Juego (Universidad de Juego), donde, con el asesoramiento de los técnicos franceses, se impartirían toda clase de materias relacionadas directamente con la industria y la explotación del juego, desde las técnicas más concretas y formación de croupiers, hasta cuestiones de tipo administrativo y financiero.

«Además de evitar la evasión de capital español al otro lado de la frontera -opina Fernando de Otazu-, eljuego, en San Sebastián, va a permitir un relanzamiento turístico de la zona en todos los sentidos. Al hablar de zona me refiero a la zona vasca, tanto francesa como española. Esta medida va a estrechar todavía más nuestras buenas relaciones con Biarritz.»

«Si el sistema de explotación del casino va a permitir la participación municipal, los beneficios directos se invertirán en atender tanto a fines sociales, benéficos y culturales, como también a los centros de atracción de turismo. Además habrá que contar con los beneficios indirectos que obtendrán los comercios, espectáculos y, en general, los que se deriven de instalaciones públicas.»

El juego en algunos países

Francia. En los 148 casinos y círculos de juego que existen en Francia, el ejercicio económico de hace dos años se cerró con un producto bruto de ingresos del orden de los 5.000 millones de pesetas. Las deducciones o imposiciones fiscales en favor del Estado y de los municipios se han estructurado en función del producto de ingresos obtenidos por el establecimiento del juego. Alcanzan, por término medio, el 50% de las entradas económicas, reservándose el Estado un 85 % y los municipios, un 15 %.

Inglaterra. Existen en la actualidad unas 160 licencias para casinos dejuego, la mayor parte de ellas en la ciudad de Londres. En la temporada 1974-75, el volumen de dinero jugado fue casi 41.000 millones de pesetas, de las cuales el 72 % corresponde a Londres. Un total de 300.000 personas son socios de un club-casino. El ser socio -tener más de dieciocho años- es condición indispensable para jugar en el casino. Los casinos funcionan con control estricto de las autoridades sobre el movimiento de dinero y desarrollo de losjuegos.

Montecarlo (Mónaco). Muy difícil obtener cifras. En la actualidad, el aparente regente del casino es el príncipe Rainiero, pero el paquete más importante de acciones permanecía en poder de gnassis. Estas acciones parecen haber pasado a manos de su esposa y descendientes.

Las Vegas (Estados Unidos). De los 51 estados que hay en Estados Unidos, sólo en uno está autorizado el juego: en Nevada, donde se encuentra Las Vegas. Solamente en Las Vegas existen más de quinientas salas de juego que funcionan continuamente. Loterías, quinielas, ruleta, bingo, black-jack y máquinas tragaperras ocupan los mayores espacios.

Países socialistas. En los países del este de Europa, los casinos, ubicados casi todos en hoteles (casinos pequeños de temporada) o en viejos castillos (grandes casinos), son explotados por el Estado, por lo que los beneficios repercuten en el bienestar de toda la población.

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