_
_
_
_

PSOE: compás de espera tras la tormenta

Un relativo compás de espera se observó ayer en el problema abierto en las filas de la Oposición democrática con la retirada del Partido Socialista Obrero Español de la comisión negociadora. El terreno político Gobierno-Oposición ha quedado demasiado resbaladizo como para precipitarse en nuevas declaraciones y tomas de postura. Mientras tanto, el PSOE (histórico) -cuya legalización ha sido- el origen del conflicto- replicó a las críticas recibidas el día anterior con un fuerte contraataque. Por otra. parte, no se descarta una radicalización del PSOE.

La Oposición, en su conjunto -y desde luego el Partido Comunista-, trata con respeto el problema del PSOE, pero procura reducirlo a eso: al problema particular de un partido, que no tiene por qué arrastrar al resto de la Oposición. De ahí los generales requerimientos al PSOE para que regrese al hogar y continúe reforzando una estructura de por sí no muy fuerte.

Sin embargo, no parece que el PSOE haya tomado su decisión a la ligera, según todas las impresiones. Necesariamente tendría que producirse un cambio importante en la situación para que dicho partido diera marcha atrás. En cierto modo, el análisis de su dirección es que no merece la pena continuar en una comisión negociadora a la que el Gobierno apenas deja terreno de actuación. El PSOE abandona un barco que supone está haciendo agua, por la intransigencia gubernamental. Y, de paso, intenta compensar con su decisión la momentánea pérdida de influencia que ello puede comportar.

El PSOE estaba ignorante de lo que iba a suceder con el sector histórico hasta un par de horas antes de que el ministro de la Gobernación recibiera al secretario ge neral de aquel sector y le felicitara por la buena nueva. Fuentes dig nas de crédito afirman que, sin ha ber existido nunca una auténtica negociación en torno a la legalización del PSOE histórico, el PSOE no se negaba a la legalización de dicho grupo -como la del resto de los partidos políticos-, pero siempre que se hiciera con un nombre que no coincidiera con el suyo.

La actitud del Poder parecía incluso favorable a esta solución, hasta que, de pronto, cayó en la cuenta de que no podía seguir re trasando dicha legalización y tomó la decisión origen de este conflicto. El PSOE lo ha tomado como una puñalada por la espalda, que hace inviablesbuéna parte de sus planes electorales. No hay muchos países donde dos partidos se disputen los votos con una denominación casi idéntica, que, lógicamente, tiene que producir notable confusión en la clientela electoral.

Por su parte, el PSOE (histórico) produjo ayer un comunicado en el que califica de infantil rabieta la reacción del PSOE, y expresa su creencia de que Europa no va a seguir a este último. Asimismo afirma que ellos siempre han estado abiertos a la unidad socialista en condiciones de igualdad y sin personalidades; «han sido los dirigentes renovados a quienes no ha interesado la unidad por razones económicas que todo el mundo conoce ». Asimismo, sale al paso de la información de que Manuel Murillo, su secretario general, no pertenecía al partido en 1972, defendiendo su «memorable linaje socialista».

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Lo cierto es que las iniciativas del Gobierno están consiguiendo que la casi totalidad de la izquierda llegue a las elecciones envuelta en problemas: algunos partidos no han sido legalizados, y durante va rias semanas vivirán en la incertidumbre de aguardar la decisión judicial, y el que estaba legalizado se encuentra con que por un camino diferente, le cortan las alas. ¿Permiten una anécdota? La agencia Efe transmitió ayer, desde Düsseldorf, un despacho con el título. «Cómprese una corbata y triunfe», según el cual «los hombres que usan corbata tienen más éxito en los negocios y en el amor», de acuerdo con un estudio del Instituto de la Corbata de Alemania Federal. Este centro ha financiado el informe para comprobar si la corbata hace al hombre. Y ha llegado a la conclusión -agrega Efe- «de que, en efecto, es así».

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_