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Los pueblos agrícolas, condenados a la emigracion

El fundamental problema de los pueblos agrícolas de Madrid es el paro. No se potencia el cultivo de la tierra ni se cirean industrias. Los intentos que puedan hacer los ayuntamientos, para paliar el paro se ven frenados por las normas subsidiarias del Area Metropolitana que impiden la creación de poligonos industriales. En el viaje que hizo el viernes el señor Martínez Emperador por Vaciamadrid, Arganda del Rey, Morata, de Tajuña, Perales de Tajuña, Villarejo de Salvanés, Belmonte de Tajo, Valdelaguna, Chinchón y Villaconejos se pusieron de relieve estos problemas.

El Ayuntamiento, de Valdelaguna vendió el pasado año quinientas hectáreas de un monte del pueblo a la empresa Villamagna, SA, con la condición de que estos terrenos se destinarán a la edificación de viviendas y, especialmente, a la construcción de un polígono industrial. Este proyecto no fue aceptado por COPLACO. Ante la negativa, el Ayuntamiento de Valdelaguna pretende que la empresa compradora de los. terrenos devuelva éstos al municipio, pero Villamagna, SA, empresa vinculada a Explosivos Río Tinto, no está dispuesta a devolver los terrenos al Ayuntamiento, alegando que ellos no son responsables de qué allí no se pueda levantar un polígono industrial, por lo que dedicarán el monte exclusivamente a ¡a edificación de viviendas. Este fue el principal problema expuesto por el alcalde de Valde laguna al presidente de la Diputación Provincial, señor Martínez Emperador, durante el viaje que realizó el viernes a Rivas-Vaciamadrid, Arganda, del Rey, Morata de Tajuña Perales de Tajuña, Villarejo de Salvanés, Belmonte de Tajo, Valdelaguna, Chinchón y Villaconejos.El alcalde de Valdelaguna explicó que su intención al vender las quinientas hectáreas fue el conseguir con el polígono industrial puestos de trabajo para los hombres del pueblo. La forma de vidade estos pueblos es la agricultura y ésta, se encuentra casi totalmente abandonada. El mayor problema que denuniaban los habitantes de la zona. era la ausencia de puestos de trabajo. En Villaconejos, un numeroso grupo de parados nos explicaron que durante los meses de invierno, permanecen inactivos; sólo en marzo y septiembre son contratados desde Ciudad Real, Toledo, Cáceres, Badajoz, Guadalajara, etcétera, para la siembra de la remolacha o la recogida de la aceituna. Todos ellos se lamentaban de lo mal explotados que están sus campos: «Con una adecuada. planificación de inversión en la zona, podríamos vivir de nuestras tierra, pero parece ser, que ahora en lo único que interesa ,invertir es en urbanizaciones»., según nos explicaba un vecino de Villaconejos. El señor Martínez Emperador aseguró que, la única solución.para esta zona residía en socializar el campo y en fundar cooperativas.

Normas subsidiarias

Al problema del paro hay que añadir la situación de con fusión creada por la ausencia de normas subsidiarias en algunos, de estos pueblos. En Perales de Tajuña, ante la inexistencia de estas normas, el Ayuntamiento elaboró unas que fueron rechazadas posteriormente por el Ministerio de la Vivienda. Pre viarriente, a la denegación del Ministerio, el Ayuntamiento concedió licencias para la construcción de treinta chalés; las nuevas normas obligan al Ayuntamiento a urbanizar la colonia.

En Morata de Tajuña también se manifestó desacuerdo por las normas subsidiarias impuestas por COPLACO, que impiden la creación de centros industriales en el pueblo. El alcalde expuso que ellos no querian pueblos grandes, pero que ante un problema de paro obrero como el que tienen es necesario que se creen fábricas, por los puestos de trabajo que éstas traen consigo.

Finalmente, puede decirse que, ninguno de estos pueIblos presentó problemas de escolanzación ni de transportes, aunque, como la casi totalidad de los pueblos madrileños, tienen falta de agua, especialmente en Vaciamadrid, donde además aseguraron al presidente de la Diputación que a partir de agosto no seguirán siendo el vertedero de Madrid, como viene ocumendo desde hace diez años.

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