Un plan científico, no político

En relación con la nota aparecida en el suplemento dominical de EL PAIS del pasado 6 de febrero y en la sección Confidencias, quisiéramos hacer las siguientes puntualizaciones.En primer lugar, y aunque ello sea en cierta forma anecdótico, aclarar al redactor de la noticia que Alvaro Gil-Robles no es sobrino, sino hijo de José María Gil-Robles y Quiñones.

Segundo, que, efectivamente, un grupo de profesores universitarios de Derecho hemos trabajado durante el pasado año sobre el tema de las libertades públicas, para lo cual hemos contado con la ayuda del Instituto de Estudios Administrativos, en el marco de uno de los muchos programas anuales de investigación que desarrolla dicho centro. Que nuestra colaboración, de forma rotunda, no tiene nada que ver con posibles planes electorales de la Presidencia del Gobierno, sino que no tiene más objeto que la elaboración de un trabajo colectivo de ámbito universitario y de carácter general, sobre el régimen jurídico de las libertades públicas.

Que, por tanto, ni José María Gil-Robles, ni Federación Popular Democrática, que tan hábil como intencionadamente se mezclan en la noticia, tienen nada que ver con dicho trabajo, ni con el instituto, ni con la Presidencia del Gobierno.

Enrique Gómez Reino