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El cadáver encontrado en Zarauz pertenece a un militante de ETA

La organización vasca ETA ha hecho saber, mediante un comunicado, que el cadáver encontrado en el cementerio de Undstain, de Zarauz, corresponde al joven militante de la rama político-militar de ETA José María Eizaguirre Labuiru (Tapi), natural de Zarauz, de diecinueve años, que «ha muerto -se dice textualmente- víctima de accidente cuando se encontraba desarrollando un trabajo como militante». Mientras este comunicado se transmitía a dos revistas vascas y una emisora de radio de Guipúzcoa, ETA lo hacía llegar a la familia del joven muerto, a través del alcalde accidental y dos párrocos de Zarauz.

«Tapi -dice el comunicado- murió exactamente el día 16 de diciembre, cuando, hallándose en compañia de otros militantes para preparar una operación, se precipitó sobre su cabeza una piedra de grandes dimensiones. A pesar de que a los pocos momentos se consiguió llevar a un médico al lugar, su presencia fue, desgraciadamente, vana. La muerte había sido instantánea. Queda únicamente el certificado que adjuntamos, testimonio de las circunstancias del suceso. La razón de que por parte de ETA no haya sido publicada ninguna noticia referente a la pérdida de Tapi se debe al hecho de que el descubrimiento inmediato del cadáver podría poner en peligro a los militantes que en aquel momento se encontraban trabajando junto a él. Se optó, pues, trasladar el cuerpo a Zarauz, su pueblo natal, e introducirlo en uno de los panteones del cementerio en espera de que, tras un periodo de tiempo motivado exclusivamente por razones de seguridad, fuera anunciada a su familia y a todo el pueblo de Euzkadi esta triste noticia.»Según hemos podido saber, el reloj que portaba Eizaguirre en su muneca estaba parado a las 17,43 del día 16 de diciembre, un día después de haberse celebrado el referéndum, cuando preparaba una acción en una montaña del País Vasco. A pesar de haber llevado al médico, éste únicamente pudo certificar su defunción en los términos siguientes: «Habiendo reconocido el cadáver que se me ha presentado, y habida cuenta de las circunstancias que según se refiere rodearon su muerte, se puede deducir que ésta se produjo por una hiperflexión forzada, con grave traumatismo de la columna cervical, con probable fractura-luxación de la misma y sección medular con compromiso de los centros vitales y muerte instantánea.»

De fuentes cercanas a la organizacíón vasca hemos sabido que el cadáver fue escondido en un lugar frío natural, y sólo entre los quince y diez últimos ideas fue sacado de aquel lugar y depositado posteriormente, entre los diecisiete días últimos, en la tumba donde ha sido hallado. Estas mismas fuentes manifestarían, que de no haber sido descubiertos ahora, ETA había pensado avisar a dos revistas vascas para que procediera a su descubrimiento.

Para evitar el descrédito

Al parecer, esta decisión había sido tomada para evitar que se prosiga la campaña de descrédito de ETA en que se han basado diversos medios informativos en el sentido de que en el interior de la organización hay divisiones y ajustes de cuentas.El pasado viernes, mientras se desconocía todavía la identidad del cadáver aparecido, el alcalde accidental de Zarauz, Imanol Murua, recibía una llamada de un exiliado de esta localidad guipuzcoana para que se desplazara, ayer sábado por la mañana, a San Juan de Luz, en compañía de dos párrocos de Zarauz, para «asunto muy grave y urgente.»

Desde la estación de Zarauz, a las diez y media de la mañana de ayer, Imanol Murua y los párrocos de Zarauz y San Pelayo, el barrio donde había vivido Eizaguirre, fueron trasladados a una casa desconocida de San Juan de Luz. Allí, dos encapuchados les explicaron el contenido del comunicado y les encomendaban que lo transmitieran a la familia del joven muerto.

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«Querían -explicó a EL PAIS el alcalde de Zarauz- que la familia y el pueble lo supieron antes que la prensa; por esto nos pedían que se lo explicáramos. Para que lo supiera el pueblo vasco, antes de que lo diera la prensa, habían dado el comunicado a dos revistas vascas.»

De regreso, los tres comisionados fueron a la casa donde vive Vicente Laburu, en el barrio de San Pelayo, de Zarauz, para transmitirle la noticia, en medio de una gran congoja.

José María Eizaguirre había escapado a Francia el día de Jueves Santo del pasado año, diciendo a su familia que se iba al monte.

Desde entonces se hallaba refugiado en el otro lado de la frontera. Ayer, a primera hora de la tarde, en el depósito del cementerio de Zarauz se realizó la autopsia después de haberse cumplido el tiempo reglamentario. Los resultados que de este examen existen forman parte del secreto del sumario, aunque según manifestaron fuentes del juzgado dé Azpeitia, serán hechas públicas en su día.

Según informó el alcalde de Zarauz, hoy a las seis de la tarde, en la parroquia de Zarauz, tendrá lugar el funeral. por el alma del joven militante de ETA José María Eizaguirre Laburu.

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