Crecen las presiones proteccionistas en la industria americana
Libre comercio o proteccionismo. La nueva Administración norteamericana deberá hacer frente a este dilema en un plazo muy breve. En el interior, crecen las protestas de sindicatos y organizaciones empresariales, que se dicen perjudicados por las importaciones de diversos productos. En el exterior, los aliados de Estados Unidos, con vínculos políticos y militares además de económicos, esperan con recelo la decisión del nuevo Gobierno.
La proposición de que se impongan cuotas restrictivas a la importación de calzado, se asegura, ha sido sólo el principio. En los próximos meses se solicitarán cuotas a la entrada en Norteamérica de otros muchos productos, desde los automóviles a los electrodomésticos, pasando por el acero y los textiles.Durante el pasado año, las importaciones d e bienes extranjeros a Norteamérica, crecieron de forma vertiginosa. Entre otros motivos, este incremento se atribuye fundamentalmente al he ello de que Estados Unidos, se recobró de la recesión mundial mucho más rápidamente que sus aliados europeos y japoneses y, que, por tanto, aumentó el consumo interno, lo que fue aprovechado por las industrias extranjeras, necesitadas de exportar.
Según datos del Departamento de Comercio, las importaciones de calzado se incrementaron en los últimos diez años, en un 788%. Esto habría motivado el cierre de más de setecientas fábricas de zapatos en Norteamérica, según fuentes del sector, y la pérdida de unos 70.000 puestos de trabajo.
Estos argumentos fueron recogidos recientemente por la Comisión Internacional de Comercio, que propuso al presidente la imposición. durante cinco años. de cuotas restrictivas a las importaciones de calzado. A Carter le queda aproximadamente un mes para decidir al respecto. Si no actúa. las cuotas se impondrán automáticamente. Si se pronuncia en contra, será el Congreso quien diga la última palabra.
Pero los zapatos no son el único campo en que las importaciones han crecido tan expectacularmente. En los últimos diez años. según cifras oficiales, las ventas de televisores, radios y sistemas de telecomunicación procedentes del extranjero, aumentaron un 600%. En los automóviles, el incremento de las importaciones en una década fue del 622%.
Porcentajes un poco menores pueden observarse en la industria textil y de confección (248% de aumento en diez años) o en la del hierro y el acero (233%). La argumentación es análoga a la empleada en el caso del calzado: las fábricas se ven obligadas a cerrar o a reducir el número de empleados el paro aumenta y la balanza comercial se deteriora. Estados Unidos, afirman los defensores del proteccionismo, no hace con esta política de libertad de importación otra cosa que exportar puestos de trabajo al extranjero, mientras que sufre un índice de paro cercano al 8% y con tendencia a aumentar.
Del nuevo secretario del Tesoro. Michael Blumenthal, se asegura que es partidario de la libertad de comercio. Pero no hay que olvidar que los sindicatos jugaron un importante papel en la elección del presidente Carter. El reciente viaje de Walter Mondale a Europa y Japón habría tenido en las conversaciones comerciales uno de sus principales motivos, se afirma en Washington.
Para el semanario US News and World Report, la posibilidad o no de mantener el libre comercio bajo las protestas de la industria, los sindicatos y algunos congresistas claves, será «uno de los mayores desafíos a los que tendrá que hacer frente la nueva Administración».
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