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Crítica:CLÁSICA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Cristóbal Halffter, en Radio Nacional

La presencia de Cristóbal Hallfter, como compositor y director, en los Lunes musicales de RNE, ha respondido al interés que dimana de la personalidad del músico español. Al frente de un breve con jumo instrumental, Halffter ha dirigido el Concerto de Falla Tiempo para espacios, del propio Cristobal. Medio siglo separa las dos obras en las que el clave: es protagonista. Es sabido que con el Concerto, Falla reinstala en la música contemporánea la vigencia del clave y a la obra de nuestro Músico siguieron otras muchas que llegan a formar una parcela muy importante de la música del siglo XX.Tiempo para espacios, para clave y pequeño conjunto de arcos, nació en el Festival de Royan, 1975, en donde tuvo como solista la misma intérprete que ahora nos ha visitado: la clavecinista polaca Elisabeth Chojhacka, verdadera campeona de la música actual a la que han dedicado sus obras autores como Constant, Miroglio, Ohana, Tisné, Mâche, Jolas, Ferrari, Bruzdowicz, Aperghis, al tiempo que ha introducido en Francia Doubles de Donatoni, Continuum, de Ligeti, Rounds, de Berio o la Partita, de Penderecki.

Sala Fénix

Lunes de RNE. Chojacka y conjunto instrumental. Director: C. Halffter. Obras de Falla y Halffter.

En sus cuatro movimientos, la obra de Cristóbal Halffter alude a cuatro plásticos españoles, objeto de su amistad y admiración: Chillida (volúmenes), Sempere (líneas), Lucio Muñoz (formas) y Rivera (espejos). He utilizado deliberadamente el término «alusión» ya que el compositor no ha querido ir más lejos en su actitud porque, en el fondo, habría significado volar más corto, internarse por vías rnás o menos descriptivas. No existe, por tanto, «traducción» a sonidos de fenómenos propios de las artes plásticas, tan diversas a la música en su misma esencia. Cristóbal «se acerca»_a la expresión de los cuatro creadores destinatarios de Tiempo para espacios a fin de añadir a la dimensión espacial, la temporal, propia del ser musical. Admirable la estructuración, continuidad, vigor y brillantez de volúmenes, en ellos Halffter sérnuestra radicalmente fiel a sus constantes expresivas: hablar en lenguaje de hoy a través de una sintaxis y una prosodia coherentes, inteligibles, bien vertebradas. A través de la escritura por «Iíneas» (su equivalente sonoro son limpias notas tenidas de diversa duración, altura, intensidad, ataque, timbre, etcétera). Halffter «alude» a ciertos aspectos del arte de Eusebio Sempere. Como las obras del pintor, la del compositor muestra un máximo refinamiento, una sutileza de planteamientos y soluciones que contrasta con la fuerza, casi violenta del primer «tiempo». La pintura de Lucio Muñoz encuentra respuesta musical en unas «formas» pensadas por Halffter como juego de contrastes entre el clave y las agrupaciones de arcos, entre elementos más o menos fijos y otros variables. De nuevo en la producción de Halffter aparece la escritura en «espejos» frente a las sugerencias plásticas de Manuel Rivera. Auditivamente reconocemos una «imagen sonora» que se repite y modifica hasta perderse en las vaguedades de «luces» y «espacios», hasta convertirse en sonido lentamente fugitivo.

La misma combinación «de cámara» a la que se obliga Halffter para sus «tiempos» significa una voluntad de síntesis, una renuncia a la exuberancia sonora, una investigación apurada de la tímbrica sobre elementos de dos únicas especies: el clave y las cuerdas. En cierto modo, entonces, puede ser heredera del Concerto de Falla, por cuanto el músico gaditano apuró su pensamiento hasta tamizarlo a través del clave y un quinteto de solistas. Como las herencias pue den aceptarse y disfrutarse de diverso y opuesto modo, sin que dejen de ser tales herencias, me parece que eso ha hecho Cristóbal,que en su concierto para RNE rindió homenaje a don Manuel como intérprete y como creador. En el primer caso, homenaje consciente, en el segundo espontáneo y, por lo mismo, librado de mimetismo y profundamente valedero. Elisabeth Chojnacka tocó mejor que bien: plena de nervio, incisiva de expresividad, encendida de entusiasmo. Gran artista la Chojhacka, cuyas nuevas actuaciones en Madrid esperamos que no se harán esperar.

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