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Reforzada la cooperación franco-alemana en la cumbre de París

El espíritu europeo ha prevalecido sobre el espíritu atlántico, y en consecuencia, la cooperación franco-alemana ha salido reforzada de la cumbre de París entre el presidente Valery Giscard d'Estaing, y el canciller alemán Helmut Schmidt. En una declaración conjunta, los dos hombres de Estado sugirieron que la concertación entre París y Bonn se intensificaría frente a Londres y Washington, al menos en lo referente a la exportación de tecnología nuclear.

El presidente y el canciller dijeron además que este año debe ser el del nuevo arranque europeo, y 1978 el de la unión económica y monetaria. Con ese fin ambos han decidido que los dos Gobiernos preparen un plan de coordinación de sus políticas económicas a corto plazo. Con ello la RFA parece separarse de Estados Unidos, que desearía que los alemanes fuesen el motor de la reactivación económica en Occidente, con el fin de despegarse de los intereses puramente comunitarios.Aunque el nombre del señor Carter no fue pronunciado ante la prensa, se dice que el principal tema de las entrevistas de París, fue la concertación de los dos Gobiernos frente a la política de la nueva Administración americana. El reciente periplo de Walter Mondale por Europa, y la tentación atlántica de Londres, preocupa muy particularmente a los franceses. Los alemanes, al final de esta cumbre, también han dado la impresión de que su debilidad por Estados Wdos ha disminuido. Ayer, en esta capital, cuando quiso encontrarse un paralelo para definir la nueva luna de miel franco-alemana, se recordaron los tiempos de las relaciones privilegiadas, de Charles De Gaulle, con Adenauer.

Sobre la cumbre de los países industrializados, propuesta por Francia, Giscard d'Estaing y Schmidt también llegaron aparentemente a una cierta coincidencia. Sabido es que París desea que el concilio sea sólo económico, mientras Washington pretende que se amplie a cuestiones políticas, que le permitirían controlar mejor a sus aliados europeos. Tampoco sobre Oriente Próximo, energía y relaciones Este-Oeste, hubo divergencias sensibles, según afirmó el portavoz oficial del Elíseo.

Finalmente Giscard repitió el lema histórico de la V República, de acuerdo con el, cual Francia y Alemania son la piedra angular de la construcción europea. El señor Schmidt felicitó al señor Barre porque ha atacado los problemas de fondo para resolver la crisis económica, y le aseguró al presidente que su libro, Democracia francesa, que había leído la noche anterior, debía llamarse, Democracia europea.

Además del capítulo estrictamente financiero, el de la exportación nuclear fue otro de los temas de entendimiento estrecho entre las dos delegaciones. Sabi doesque París y Bonn tienen pendientes contratos de venta de centrales nucleares con Pakistán y Brasil. Los americanos desearían que se buscara una fórmula de recambio. según declaración de Mondale a su regreso a Estados Unidos, muy mal acogida en París.

Al concluir la entrevista de Schmidt con Giscard d'Estaing, ambos adelantaron en una rueda de prensa su común acuerdo de no favorecer la proliferación de armas nucleares y su convencimiento de que todos los países tienen derecho a la utilización de la tecnología nuclear para fines energéticos.

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Paralelamente, en el comunicado conjunto de la cumbre se destaca el interés de los dos países en proveer de instalaciones nucleares a otras naciones como ayuda a su desarrollo por medio de la utilización pacífica de esta fuente de energía.

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