La CEE prepara un documento sobre el ingreso de Portugal

El Gobierno portugués parece dispuesto a adelantarse a los propósitos de los países miembros del Mercado Común, en relación con el debate que deberá concluir con un sí o un sí , pero..., sobre la entrada de Portugal a las comunidades europeas. Las declaraciones de José Medeiros Ferreira, ministro portugués de Asuntos Exteriores, el miércoles en Lisboa, avanzando que Portugal pedirá oficialmente su adhesión a la CEE probablemente a finales de marzo, coinciden con la decisión de la Comisión Europea de preparar un detallado informe sobre todos los aspectos de una eventual candidatura de Portugal a las comunidades.

El propio Roy Jenkins, presidente de la Comisión Europea, asistido por Wilhem Haferkamp y Lorenzo Natali, vicepresidentes de la comisión y responsables de relaciones exteriores y de las negociaciones de las candidaturas de España y Portugal, respectivamente, se ocuparán del caso portugués.Es evidente que la Comisión Europea no quiere repetir el error político del acta de candidatura griega, cuando la comisión propuso un statu de preadhesión y los gobiernos de los nueve debieron dar, de buena o mala gana, un sí político a la candidatura del Gobierno de Atenas.

El tema portugués estará en el orden del día de la reunión informal de cooperación política que los nueve ministros de Asuntos Exteriores celebrarán en Londres el 31 de este mes y el 1 de febrero. Por su parte, el informe de la comisión pretende, sobre todo, avanzar ideas e hipótesis de trabajo para el próximo consejo de ministros de Asuntos Exteriores que, el 8 de febrero en Bruselas, deberá encontrar una respuesta común ante el dilema portugués.

Se pretende, ante todo, dar una respuesta más o menos coherente a Mario Soares, primer ministro portugués, que iniciará su gira por las nueve capitales de la CEE el 14 de febrero.

El documento de la Comisión europea sobre Portugal será elaborado, probablemente, por los mismos servicios de expertos que se ocupan de los asuntos con España, y que dirige el francés Rolland de Kergorlay. En el edificio lerlyemont, sede de la Comisión Europea, cada vez parecen más convencidos de la necesidad de coordinar los trabajos de las posibles -y casi seguras- solicitudes de entrada a la CEE que plantearán en breve Lisboa y Madrid.

Hay también partidarios de unir las tres negociaciones mediterráneas (Grecia, Portugal y Espana) para afrontar simultáneamente los problemas de ampliación de la CEE en su zona sur. Esto disgusta a Atenas, que desea una rápida conclusión de sus actuales negociaciones de entrada en la CEE. Un deseo que no parecen compartir los comunitarios, a juzgar por la lentitud con que avanzan las conversaciones entre la CEE y Grecia.

En relación con el caso portugués hay tres escuelas de pensamiento entre los nueve de la CEE. La República Federal de Alemania (con grandes intereses económicos en la Península Ibérica), Gran Bretaña e Italia parecen dispuestos a dar un sí político a la candidatura de Lisboa. Francia, Bélgica y Holanda, aun reconociendo la necesidad de satisfacer la opción europea de Portugal, destacan los grandes problemas económicos, que aconsejan descartar la posibilidad de una rápida adhesión de Portugal a la CEE. Luxemburgo, Irlanda y Dinamarca, defenderían la tesis de, reforzar primero la CEE antes de ampliarla.

Con las declaraciones de su ministro de Asuntos Exteriores, el Gobierno de Mario Soares se adelanta a la decisión de los nueve y deja claro que Lisboa solicitará la adhesión. ¿Cuál será la respuesta? Probablemente un sí político acompañado de un largo período de negociaciones y otro largo plazo para la adaptación de las estructuras portuguesas a las comunitarias.