Preocupación por la situación de estos días

La situación en España ha saltado a las primeras páginas de los periódicos portugueses. Algunos títulos recogidos en la prensa de la mañana: Diario de Noticias, sobre tres columnas: Asesinados en Madrid tres abogados de Comisiones Obreras. O Día: Aumenta la tensión en España. Raptado en Madrid por un grupo de hombres uniformados el general Quilis. La misma tónica en otro cotidiano de Oporto: Violencia en Madrid. Los generales están reunidos.A nivel oficial no hay todavía reacciones, los partidos políticos están reservándose probablemente para la sesión parlamentaria de la tarde. Pero en la calle, y en los propios medios militares -como lo hemos podido comprobar personalmente en el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas-, se sigue con mucha atención, y una cierta preocupación, el desenvolvimiento de la situación en el país vecino. El principal interrogante, a todos los niveles, es acerca del eventual comportamiento de las Fuerzas Armadas españolas. Esta inquietud tiende a ser agravada por un cliché bastante difundido en la opinión pública portuguesa: el de un cierto fatalismo de la violencia en España, considerada como un rasgo nacional del temperamento español, que llevaba a acoger con cierto escepticismo -aunque con declarada simpatía- las noticias de la evolución liberalizante y pacífica del régimen después de la muerte de Franco.