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El fin de la huelga del transporte privado, pendiente de la decisión asamblearia

En la madrugada del miércoles al jueves se firmó el convenio para la Agrupación Provincial, de Transporte Regular de Viajeros de Madrid, lo que puede suponer, en principio, una regularización de este servicio en aquellas líneas que parten de la capital. Sin embargo, éstas son sólo una parte de las empresas privadas de transporte cuyos trabajadores se declararon en huelga el pasado martes, en solicitud de mejoras salariales y de condiciones de trabajo que habrían de reflejarse en el convenio colectivo a firmar.

Por esta razón, el conflicto continuó en las líneas discrecionales y en las periféricas de Madrid capital, tal como estaba previsto, por último día. Además, los trabajadores de Auto-Res, empresa de líneas regulares, denunciaron el convenio al mostrarse disconformes con la solución adoptada y por el hecho de que había sido firmado por un grupo de enlaces, ninguno de ellos integrante de la comisión de nueve personas que, elegidas por los trabajadores, se habían encargado de llevar adelante las negociaciones del convenio colectivo, con ámbito provincial.A partir de la firma del convenio, los trabajadores de las empresas afectadas -sólo en líneas regulares- volvieron al trabajo, aunque se produjeron algunos incidentes, como el de la avenida de América, frente a la Delegación Provincial de Sindicatos. en el que fue apedreado, por unos manifestantes, un autocar de la empresa Continental Auto.

Pero la situación en el resto delsector del transporte privado, en el que se incluyen líneas periféricas y discrecionales, continuó como en días pasados. En algunos casos, los autobuses salieron a la calle, pero fueron obligados a parar por algunos piquetes de huelga que se habían formado con este fin.

Ayer por la tarde, los integrantes de la comisión encargada de negociar el convenio colectivo intentaron entrevistarse nuevamente con el ministro de Relaciones Sindicales, Enrique de la Mata, con el fin de solicitar de él la concesión de un local en el que celebrar una asamblea en la que participaran todos los trabajadores del sector en Madrid, para decidir en ella la postura a adoptar sobre si continuar la huelga por tiempo indefinido o romperla al cumplirse el tercer día, tal como estaba previsto en un principio.

Repercusión

Ante las posturas encontradas de los trabajadores de diversas empresas y el desconcierto formado a raíz de la firma del convenio para las líneas regulares, la situación ciudadana durante el día de ayer puede decirse que continuó como en los dos días precedentes. Una gran parte de las líneas periféricas de Madrid suspendieron el servicio, aunque en su mayoría lo hicieron en forma esporádica y ante la presencia de piquetes que invitaban al paro.

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En la estación Sur de autobuses, sólo cinco líneas de las cuarenta que tienen su base en ella, efectuaron servicios durante la mañana y en intervalos distintos de tiempo. La gran mayoría de personas que se presentaban en la estación con intención de viajar hacia algún pueblo o provincia próxima se vieron obligadas a volver hacia sus casas, al no haber servicio. En estos casos, se formaron «colas» ante las ventanillas, correspondientes para recuperar el dinero que ya se había pagado por los billetes.

El paro continuó siendo prácticamente total en los autobuses discrecionales que sirven a los colegios y empresas de la ciudad, con lo que tanto unos como otras siguieron padeciendo los retrasos habidos martes y miércoles, lo que provocó también una afluencia anormal de vehículos privados a las calles, con lo que formaron un gran número de atascos.

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