Se agudiza la polémica sobre las edificaciones de la calle San Fernando

La antigua polémica ciudadana sobre la edificabilidad de la calle San Fernando, que se remonta a los primeros años de la década pasada, cobra actualidad estos días en Sevilla en virtud de sendas impugnaciones legales promovidas por el Colegio Oficial de Arquitectos de Andalucía Occidental y Badajoz (COAAOB) y la Asociación Cultural Amigos de Sevilla. Esta última impugnación ha desembocado en la interposición de un recurso contencioso-administrativo ante la audiencia de Sevilla, la cual se ha inhibido a favor de la sala cuarta del Tribunal Supremo.

La acción promovida por el COAAOB impugna la legalidad de la licencia municipal de construcción otorgada a la obra del solar número 33, mientras que la acción de la Asociación Cultural Amigos de Sevilla impugna la legalidad del proyecto de ordenación parcial de la calle San Fernando, bajo cuya legalidad se realizan las construcciones de dicha calle.En cierta medida, el origen del conflicto está relacionado con la figura del anterior jefe de Estado, general Franco, el cual, en sus visitas a Sevilla, solía alojarse en El Alcázar. Estimó por aquel entonces el señor Fuertes de Villacicencio, jefe de la casa civil del general, que, dada la poca altura de las edificaciones de la calle San Fernando en su parte colindante con el Alcázar, la seguridad del recinto no era la adecuada toda vez que desde la parte superior de la Universidad -acera contraria de la misma calle- se divisaba la totalidad de los jardines de El Alcázar, lo que ponía en peligro la seguridad personal del general Franco, el cual gustaba de pasear por los jardines. Ante esta situación, el señor Fuertes de Villavicencio ordenó la demolición de un pequeño muro que separaba los jardines de las edificaciones y la construcción de otro de unos diez metros de altura y a quince metros del primitivo, reduciendo los jardines en esta extensión.

A partir de la ejecución de tal decisión, el Ayuntamiento de Sevilla se encontró con una franja de zona verde, considerada como tal según el plan general de ordenación urbana aprobado el 28 de diciembre de 1962. Sin embargo, dicha franja fue vendida por aquel entonces a los propietarios de los solares de la calle como suelo edificable, a fin de que éstos pudieran levantar edificaciones de nueva planta sobre la franja, ganando así en anchura la calle San Fernando.

En este punto se apoya la impugnación del COAAOB, puesto que para la conversión de una zona verde en edificable es preceptivo el dictamen favorable del Consejo de Estado y aprobación del Consejo de Ministros, requisitos que no se han observado en el contencioso entablado por los arquitectos y la Asociación Cultural Amigos de Sevilla. Paralelamente a estas acciones legales, otras instituciones sevillanas han protestado como el Consejo Superior de Cultura y Bellas Artes y la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría.