Economías forzadas
Vivimos en la colonia de San Cristóbal de los Angeles y, de un tiempo a esta parte, desde que se dijo que había que economizar energía, no nos han dejado hacerlo por nuestra cuenta. Cuando no amanecemos sin agua, lo hacemos sin luz.Mientras el centro está hecho un ascua, aquí ahorramos. Yo creo que debía vigilarse un poco más la periferia; es penoso que nuestros hijos y esposos que se levantan a las seis de la mañana, se afeiten a la luz de una vela y tengan que lavarse la cara con gaseosa.
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