Posibles presiones contra la "cumbre" municipal vasca sobre la amnistía
La noticia de la convocatoria del Ayuntamiento de la localidad navarra de Echarri-Aranaz para una sesión conjunta de las corporaciones municipales de las cuatro provincias vascas, para tratar de la solicitud de una amnistía total, la plena reintegración foral y la cooficialidad del euskera, está armando un verdadero revuelo en el País Vasco en los últimos días. A una semana de la cita, son ya bastantes los ayuntamientos vascos que se han planteado el dilema de acudir o no a la cita de Echarri-Aranaz.
En algunas alcaldías el tema se ha tratado en los plenos que en la mayoría de los casos han resultado francamente tensos y hasta borrascosos. Un ejemplo puede ser el celebrado en las últimas horas de la tarde del viernes en Vitoria, en donde se aprobó una moción del alcalde -por once votos contra siete- en la cual se defendía que, mientras la Corporación municipal no fuera elegida democráticamente, los actuales concejales y el alcalde debían dedicarse más a los temas municipales y administrativos que a los políticos.Esta postura del Ayuntamiento de la capital alavesa se piensa será extensiva a las alcaldías de Bilbao y San Sebastián, de siempre extremadamente moderadas, por lo que su presencia en la cita del día 16 constituiría una auténtica y casi impensable sorpresa.
Presumiblemente será Pamplona pues, el único Ayuntamiento que acepte la invitación a la sesión conjunta de los municipios vascos. Su alcalde ya aseguró a EL PAIS su participación en la citada reunión días pasados.
Asimismo se sabe que un importante número de las corporaciones municipales de las cuatro provincias vascas, han comunicado ya su adhesión a los promotores de la reunión. Se espera también la presencia casi segura de los veintitrés alcaldes guipuzcoanos que desde hace meses actúan de manera conjunta.
Sugerencias
En el Ayuntamiento de Echarri-Aranaz el alcalde accidental Javier Mauleón, artífice de la convocatoria, y el secretario, son poco menos que ilocalizables. Al otro lado del teléfono suena invariablemente un «no está, me parece que está en Pamplona». Se piensa que tras el anuncio de la convocatoria, podría el alcalde haber recibido algún tipo de presión o sugerencias de la Administración de Madrid, a través del gobernador civil de Navarra, para que suspenda o, por lo menos, atrase la celebración de la discutida sesión conjunta.Esta opinión pudiera ser reforzada por unas declaraciones realizadas en Bilbao por el señor Zarzalejos, gobernador civil de Vizcaya, al diario matutino Hierro. A la pregunta de la opinión que le merecía la cita de Echarri-Aranaz. el gobernador dijo textualmente: «No tengo notificación sobre ella. Pero creo que está suspendida o demorada». Esta afirmación del señor Zarzalejos no ha recibido el mentís o la confirmación de las agencias informativas que nada parecen saber al respecto de tal suspensión o demora. Tampoco parece saber nada del tema los directamente responsables de la reunión. Puestos al habla a última hora de ayer con el secretario del Ayuntamiento de Echarri-Aranaz, Luis Ruiz, éste confirmó a EL PAIS la existencia de frecuentes conversaciones del alcalde de la localidad con el Ministerio de la Gobernación -«quien debe decidir finalmente»- a través del gobernador de Navarra.
«Por el momento -señala el secretario de Echarri-Aranaz- la cita se mantiene en el día 16 y soy optimista respecto a su celebración.»
De sus palabras, así como de algunas opiniones recogidas en el Ayuntamiento de la localidad navarra y en otras alcaldías de las provincias vascas, trasciende la impresión de que Madrid, sin llegar a permitir o denegar la reunión, podría adoptar la postura del consentimiento tácito.
De cualquier forma se calcula que de celebrarse la sesión conjunta prevista para el día 16, el número de alcaldes que acudiría a Echarri-Aranaz podría rondar el centenar.
