Veinte partidos definirán el martes su postura frente a Tarradellas
Unos veinte partidos políticos catalanes y españoles presentes en Cataluña se reunirán en Barcelona en la tarde del martes para estudiar y en su caso aprobar el reciente mensaje de Josep Tarradellas, presidente de la Generalidad de Cataluña en el exilio, así como para considerar su posición con relación al organismo consultivo de la presidencia de la Generalidad, cuya constitución opuso entonces Tarradellas.Tal y como señalaba Mundo Diario en su edición de ayer, «el único partido de Oposición que ha manifestado abiertamente su desacuerdo con el contenido del mensaje que hace referencia a la negociación con el poder ha sido el PSUC»
Este partido, cuyos principales dirigentes son a su vez miembros del comité ejecutivo y del comité central del Partido Comunista de España, es criticado en los medios políticos catalanes de izquierda moderada, centro y naturalmente, nacionalista.
Paradójicamente, el PSUC ha dado claras señales de querer maximalizar -por lo menos en apariencia- las reivindicaciones catalanas afirmando sus dirigentes, recientemente, que no se trata de reivindicar solamente la Generalidad sino todas las instituciones del Estatuto de 1932, cuya consecución obviamente sobrepasan los poderes constitucionales del Gobierno, y en definitiva, podría tener como único resultado el hacer fracasar el establecimiento de la Generalidad.
Por este camino, se señala en los medios citados, el PSUC podría encontrarse totalmente aislado. Al efecto, se añade, que fueron los comunistas del PSUC, el único partido de los representados en el Consell, que se negó explícitamente a firmar el telegrama de adhesión a Tarradellas, redactado en vísperas de su mensaje.
En medio de las dos posturas, se sitúan Convergencia Democrática de Catalunya (CDC), partido cuyo secretario general es Jordi Pujol. Su posición política es por el momento imprecisa y sometida a muchos matices, ya que por un lado este partido reitera su oficialidad a la presidencia de la Generlidad, pero en cambio, Jordi Pujol no parece dispuesto a dimitir de la comisión de los nueve, establecida por la Oposición española con la finalidad de negociar con el Gobierno, tal y como se comprometió ante Tarradellas, según versión confirmada con el único testigo del acuerdo, el periodista Manuel Ibáñez Escofet, ex director de Tele/eXpres.
Pese a la importancia de las divergencias, el tema de fondo de las mismas es realmente determinante. Este continua siendo el enfoque a dar a las negociaciones en curso de materialización entre Cataluña y el Gobierno que preside Adolfo Suárez.
Sin duda, el proceso, congelado a la espera del reciente mensaje de Tarradellas, se pondrá en marcha muy rápidamente, pero sus resultados dependerán de la coordinación de las fuerzas catalanas en torno de la Generalidad, o bien de su dispersión entre las dos opciones: la negociación directa Cataluña-Gobierno, o la inclusión de Cataluña en los órganos de la Oposición española.
