Los servicios secretos soviéticos provocaron la retirada de Francia de la OTAN
La sensacional retirada de Francia de la OTAN en 1966 se debió en gran parte al éxito de los métodos de subversión dirigidos por la KGB en occidente.Estas y otras afirmaciones que figuran en un libro del ex capitán del servicio secreto soviético Alexei Myagkov. publicado en Londres, habran hecho arquear las cejas en las cancillerías de todas las potencias occidentales y especialmente de Francia, ya que ninguna de las declaraciones que emanaron de París en, aquellos tiempos sugirió que la importante decisión de Francia de retirarse de la estructura militar del Pacto del Atlántico se debiese en modo alguno a ninguna influencia exterior.
Que se sepa fue una decisión personal del general De Gaulle. EÍ Gobierno soviético no la solicitó oficialmente ni el general De Gaulle era el tipo de hombre que se deja influir por los servicios secretos de otras potencias.
Pero Myagkov afirma que. mediante la infiltración de agentes entre los periodistas soviéticos y los funcionarios de las diversas agencias de Francia, así como entre miembros de la sociedad de mistad franco-soviética. la KGB propagó activamente en los círculos políticos la idea de que la independencia política de la nación se resentía del hecho de pertenecer a la OTAN.
El libro de Alexei Myagkov se titula Inside the KGB (La KGB por dentro) y fue publicado por la editorial Foreing Affairs Publishing Company que es considerada como de simpatías derechistas y se especializa en temas relacionados con la Unión Soviética y los países del telón de acero. Esto ha inducido a algunos a decir que puede haber en todo ello algo de propaganda antisoviética y venganza personal por parte del autor. Pero hay un hecho que parece indiscutible, y es que Alexei Myagkov tiene que conocer muy bien la KGB y sus métodos puesto que sirvió en ella con la graduación de capitán de la notoria policía secreta, trabajando por espacio de cinco años bajo el directorio de la KGB de Postdam.+
Myagkov afirma que la KGB (buró de seguridad del Estado) tenía órdenes específicas de sacar el mayor provecho posible de la política de detente que el Kremlin había iniciado con el Oeste y desarrollaba desde hacía algún tiempo.
En su libro, que desde algunos puntos de vista puede quizá considerarse como una especie de contrapartida del que escribió sobre los secretos de la ClA el ex agente norteamericano Philip Agee, hace sensacionales revelaciones de la manera en que desarrolla sus actividades la KGB.
Tan pronto como se firmó el acuerdo de amistad entre la Unión Soviética y Alemania en 1970, el jefe de la KGB, Yuri Andropov, cursó inmediatamente instrucciones a todos los funcionarios de campo para que «redoblasen sus esfuerzos con objeto de reclutar agentes en la Alemania Federal y hacer un uso más activo del doble reclutamiento de agentes».
El total de súbditos de la Alemania Federal que trabajan para agencias de espionaje del bloque soviético es muy considerable. La KGB, con base en Alemania oriental, tiene una red de espías en Alemania occidental que se calcula en unas 8.000 personas, según el libro de Myagkov. Además de esa cifra, hay también otros 1.500 espías de nacionalidad alemana oriental.
En cuanto a Francia, dice el ex capitán del servicio secreto soviético que las actividades de la KGB se intensificaron notablemente en diciembre de 1960. Los acontecimientos en dicha nación llegaron a ser presentados en conferencias que se daban para la instrucción de futuros oficiales de la KGB sobre las actividades secretas en el exterior, como ejemplos de resultados positivos.
En 1968, el director de la Escuela número 311 de la KGB. manifestó en una conferencia a los cadetes, que esa era la opinión del Politburó, el cual estaba muy satisfecho de los esfuerzos del Gobierno soviético y los éxítos de la KGB en Francia.
El ex capitán Alexei Myagkov cuenta 32 años de edad. Se graduó en Novosibirsk en 1967, y luego fue reclutado por la KGB. Antes de pasarse al Oeste en 1974 trabajaba en actividades de con traespionaje con el Ejército soviético en la zona de Benau de Alemania oriental.
Para la Unión Soviétilca, Alemania Federal siempre ha tenido un interés muy considerable por las oportunidades que ofrece para la obtención de datos relacionados con la OTAN. Su territorio ha llegado a convertirse en el campo de las actividades más intensas de la KGB en el extranjero, a través de la tupida red de espionaje dirigida desde Alemania del Este.
Un día pusieron a Myagkov a cargo de la vigilancia de un autobús lleno de oficiales de un regimiento motorizado de la Unión Soviética que había de realizar una visita al sector Oeste de Berlín, guarnecido por las fuerzas de los aliados occidentales. Myagkov que llevaba algún tiempo jugando con la idea de pasarse al Oeste, vió en aquella misión su oportunidad.
Se entregó a las autoridades británicas de Berlín y le fue concedido el asilo político. Era el 2 de febrero de 1974.En su libro describe la triste vida que lleva el soldado raso soviético en Alemania del Este y lo contrasta con lo relativamente bien que le pasan los oficiales. Bajo el disfraz de Ayuda Internacional se facilitan cuadrillas de soldados para las faenas duras de la agricultura y la industria a cambio de lo cual se dan gratificaciones a los comandantes locales del Ejército soviético.
Pero el soldado raso no tiene ninguna de esas compensaciones. Se ve rodeado de una población civil alemana cuyo nivel de vida es muy superior al de la Union Soviética. Pero tiene que mantenerse aislado de esa población civil y de todos sus adelantos, a los que mira con envidia.
El personal que constituye la KGB que se compone de muchas ramificaciones, es distinto. Siempre ha constituido una élite con muchos privilegios que no tienen otros servicios estatales. Lo mismo si son militares que si son civiles. Esos privilegios se consideran necesarios para recompensar su lealtad política v otras cualidades
El director de la KGB de Postdam controla a más de un millón de funcionarios soviéticos del Buró de Seguridad del Estado que tienen a su cargo exclusivamente la dirección de las actividades de espionaje contra Alemania Federal Y la obtención de datos sobre todo lo relacionado con las fuerzas de la OTAN que prestan servicio en su territorio.
Todo residente, ya sea de Alemania occidental o del sector oeste de Berlín que visite el sector oriental de la ciudad o el territorio de Alemania del Este -y son varios millones los que lo hacen todos los años para visitara sus familiares en territorio comunista- tiene su expediente en los archivos de las fuerzas de seguridad de Alemania oriental.
Lo mismo se hace con todos los extranjeros que se sepa que tienen familiares o amigos en Alemania Federal. El volumen de esos archivos debe ser , de proporciones increíbles. Y, sin duda, es preciso utilizar ordenadores electrónicos para tenerlo al día.
La mayor parte de esos datos se transfieren a la KGB la cual coopera íntimamente, según se aparte de las tareas de contraes con la propia red de espionaje que tienen montada las autoridades de Alemania oriental contra sus compatriotas del Oeste.
La KG B tiene también secciones especiales para vigilar a las propias fuerzas de la Unión Soviética destacadas en Alemania del Este, aparte de las tareas de contraespionaje.
El libro de Myagkov tiene una serie de apéndices muy interesantes en los que se reproducen íntegramente los textos de documentos secretos que tienen por objeto comunicar instrucciones y facilitar orientación sobre las misiones y deberes de la KGB.
Algunos de los documentos se refiern al reclutamiento de agentes y colaboradores secretos.
El libro de Myakov deja bien claro que la KGB no se distingue precísamente por sus escrúpulos.
Hace pleno uso cuando conviene, de los instintos sexuales. No sólo se vale de mujeres bellas en la tradición de Mata Hari, para extraer secretos a los hombres en posiciones claves, sino que también utiliza cuando hace falta a hombres de facciones y ademanes atractivos para seducir a las mujeres que puedan conocer a alguien de influencia con fines de chantaje
Alexei Myagkov ha sido sentenciado a muerte en Rusia. La casa editorial de su libro dice que actualmente vive refugiado «en un paisde la Europa occidental» pero no quiere darlo a conocer para evitar la posibilidad de represalias.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Diplomacia
- Guerra fría
- SFS
- URSS
- OTAN
- Contactos oficiales
- Política exterior
- Francia
- Bloques políticos
- Europa occidental
- Espionaje
- Organizaciones internacionales
- Relaciones internacionales
- Conflictos políticos
- Bloques internacionales
- Historia contemporánea
- Europa
- Historia
- Partidos políticos
- Relaciones exteriores
- Política