Siguen las manifestaciones y encierros pro amnistía en el País Vasco

Dieciséis jóvenes permanecían encerrados anoche en la iglesia de los padres franciscanos de Bermeo, en huelga de hambre por la liberación de todos los presos políticos y el regreso de los exiliados. En el transcurso de los próximos días se espera que otras personas se incorporen al encierro. Hasta el momento, la Guardia Civil no se ha personado en el templo, aunque ha llamado repetidamente a la parroquia para conocer la duración provista de la huelga.Es esta la última acción hasta ahora de la campana pro amnistía total que el pueblo vasco ha intensificado particularmente durante las fiestas de Navidad. Tras los incidentes registrados en el sábado último, también el domingo fue pródigo en manifestaciones callejeras bajo el slogan de Presoak Kalerak

El enfrentamiento más serio con las fuerzas cuyo orden tuvo lugar entre una y tres de la tarde, en la localidad vizcaína de Algorta, a la salida de un partido de fútbol entre las viejas glorias de Athletic de Bilbao y la Real Sociedad, encuentro se organizó como homenaje a Iríbar, aunque los ingresos,cerca de 200.000 pesetas, se destinaron a los presos políticos .

Una vez terminado el partido -en cuyo transcurso ondearon una veintena de ikurriñas y numerosas pancartas-, cerca de 3.000 personas se dirigieron desde el campo de Fadura hasta el centro del pueblo en manifestación, cantando el Eusko Gudari.

Fuerzas de la Guardia Civil hicieron frente a la manifestación al final de la avenida del Ejército, cuando la marcha llegaba justamente a un paso a nivel con barreras. Pese a las pelotas de goma y bombas de humo empleadas por la fuerza pública, los manifestantes se hicieron fuertes con ayuda de piedras y palos.

Del orden de dos horas duró este forcejeo, entre manifestantes y guardias civiles, que se vieron precisados a pedir más material antidisturbios. Un manifestante, Javier Ariño Blar, de catorce años, sufrió fractura de mandíbula al ser alcanzado por una pelota de goma.

Casi a la misma hora -dos de la tarde-, cerca de 2.000 personas se manifestaban en la localidad de Basauri, a la salida de un festival vasco pro amnistía celebrado en el cine Social. Durante su transcurso se produjo un altercado verbal entre los que salían del cine y otro grupo que pretendió sumarse a la marcha enarbolando una ikurriña, una bandera roja y otra republicana.

Por otro lado, las doscientas personas que permanecieron en la Nochevieja encerrados en la basílica alavesa de Estíbaliz han hecho público un comunicado en el que hacen las siguientes peticiones: «Que hay todavía 120 presos políticos vascos, a los que hay que añadir cientos de exiliados; que la amnistía no debe entenderse como clemencia, ya que la etapa franquista se define por una negación absoluta de las libertades democráticas y de todo cauce de participación política, lo que obligaba en cierto modo a una actuación extralegal; que la amnistía es, por último, una oportunidad dada por el pueblo para que se cambie la trayectoria histórica y se deje paso a una auténtica democracia.»