Divergencias estratégicas entre los socialistas catalanes

La presencia de Jordi Pujol en la «Comisión de los nueve» de la Oposición española ha originado disensiones internas en el seno del Partit Socialista de Catalunya (Congrés) (PSC-C), partido que dio su apoyo crítico a Pujol, al mismo tiempo que los comunistas del Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC) y los socialistas catalanes integrados en el Partido Socialista Obrero Español. Estas disensiones salieron anoche a la luz al, ser facilitada una carta a EL PAÍS dirigida a la dirección del partido y suscrita por militantes del PSC-C, quienes indicaron su intención de hacer Ie aprobar por organismos de base.En la mencionada carta colectiva, los firmantes, cuyo número no se facilitó, manifiestan que «se advierte un progresivo enfrentamiento entre nuestra política tendente al restablecimiento de la Generalidad de Cataluña y su presidente, y otra, que diluida en un contexto de concesiones y retrocesos al nivel de Estado, aplazaría indefinidamente la recuperación del máximo órgano de autogobierno de Cataluña».

Más adelante los firmantes aluden, sin citarlo, al partido de los comunistas catalanes diciendo que «las posturas de algún sector político de izquierdas tienden más a la propia legalización y potenciación que no a las aspiraciones generales de pueblo catalán». También, sin nombrarlo, se refieren a Jordi Pujol afirmando que «los intereses del centro izquierda solamente contemplan una parte de aquellas reivindicaciones (las generales del pueblo catalán) y, están entrando en progresiva confrontación con la presidencia de la Generalidad».

El escrito, afirma asimismo que el PSC-C está siendo «arrastrado por una y otra política que no corresponde a las posiciones de principio de partido ni a sus proyectos inmediatos».

Los firmantes terminan la carta afirmando que «en consecuencia, pedimos el fin del apoyo a la llamada «Comisión de los nueve» y que el partido apoye a las fuerzas catalanas democráticas de izquierda para conseguir la negociación unitaria de Cataluña sin marginar la presidencia de la Generalidad, y la inmediata restauración de la Generalidad de Cataluña, antes de todo proceso electoral y como condición imprescindible de éste.

Esta carta es la primera manifestación externa de la tendencia llamada «catalanista» del PSC-C cuya existencia se advirtió ya en ocasión del Congreso Constituyente de partido (Véase EL PAÍS de 3 de noviembre).