Los botones del presidente
Soy asiduo lector de ese periódico y el sastre del presidente del Gobierno. Considero oportuno hacer una aclaración al comentario aparecido en la sección Confidencias del día 19-12-76.«La cuidada y permanentemente impecable vestimenta del presidente Suárez», debería continuar diciendo el artículo, «no se empañó el día 15 un ápice». A los observadores que detectaron «la oquedad costurera de sus mangas» no puede aplicárseles el calificativo de sagaces, ya que de haberlo sido, se hubieran percatado de que, tanto en una como en otra manga, el presidente Suárez llevaba botón, lo que ocurre es que lo lleva desabrochado, toda vez que el primer botón de la boca-manga es optativo llevarlo abrochado o suelto.
Soy hijo de sastre y nieto de sastre, y ya en tiempos de mi abuelo se daba esa opción. Por lo anteriormente expuesto, no se trata tampoco como se dice en el artículo de «una moda utilitaria con la supresión parcial...», pues queda bien claro que no se suprime nada. Y en cuanto a moda, lleva utilizándose, sin solución de continuidad; más de cien años.
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