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Sigue la polémica sobre la representatividad de Pujol como negociador

En el terreno político, estas Navidades revisten en Cataluña un carácter comparable a la vigilia de las armas medieval. El gran tema de la confrontación en ciernes es la presencia de Jordi Pujol, secretario general de Convergencia Democrática de Catalunya (CDC) en la Comisión de los nueve de la Oposición española, después de que fuese elegido para tal función, gracias al voto de cinco grupos politicos y sindicales y el consenso de otros cinco.

A mediodía del viernes, Jordi Pujol informó a los diez grupos políticos con cuyo consenso está presente en la Comisión de los nueve de su entrevista con el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez. Pujol manifestó que tenía una impresión muy favorable del encuentro.Los comunistas catalanes del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC), así como los socialistas de la Unión General de Trabajadores y del Partido Socialista Obrero Español, aparecían muy satisfechos de que, gracias a su decidida postura a favor de Pujol, éste hubiese podido estar presente en el encuentro. Los demás partidos y organizaciones también aparecían -en grados variables-, satisfechos.

Paralelamente, los grupos contrarios a la presencia de la oposición catalana en aquel organismo de la Oposición española llevaban a cabo sus propias gestiones. Así, Front Nacional de Catalunya recordaba su fidelidad a la institución histórica del autogobierno de Cataluña, la Generalidad, y su postura contraria a la presencia de Pujol en la comisión. Igual actitud adoptaban Esquerra Republicana de Catalunya, Partit Socialista de Catalunya (ex Reagrupament) y numerosos grupos de extrema izquierda.

Entre estos últimos destaca la postura del Comité Nacional de Cataluña del Partido del Trabajo de España, cuyo portavoz oficial manifestó a EL PAÍS: «Quien está al mando de la operación es el PSUC y no el propio Pujol. Este partido conseguirá por ese camino su legalización, pero ni Cataluña ni la democracia sacarán nada de todo ello.»

El citado portavoz informó también que su partido pensaba impugnar el resultado de la última sesión permanente de la Asamblea de Cataluña (AC), en la que -también por consenso- se decidió apoyar la presencia catalana en la Comisión de los nueve. Precisó la fuente indicada que algunas asambleas locales votaron en contra en la sesión de lo que se había acordado a nivel de base. «Tal es el caso -afirmó- de la Asamblea de las Tierras de Lérida. cuyo delegado perteneciente al PSUC, votó a favor de la presencia catalana en la comisión, mientras que previamente se había optado en Lérida, por la abstención.»

El hecho que en cuestión tan importante se diese en el seno de la AC una clara bipolarización -como lo prueban los 47 votos a favor, los veinte en contra y las 48 abstenciones- podría comprometer la operatividad futura del mencionado organismo unitario.

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Pese a todo ello, las principales coordinadas del importante tema continúan pasando por el contenido del mensaje de fin de año del presidente de la Generalidad de Cataluña en el exilio, Josep Tarradellas -cuya diferencia de enfoque con relación a la postura de Pujol es bien conocida- y por las discusiones en curso dentro del partido que encabeza Pujol, la ADC.

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