Aburrir al elector, un antídoto contra la política
Los candidatos que tenían una actividad conectada con la radio, consultorio, deportes, información general, partieron con ventaja inicial sobre sus competidores. En un país de grandes distancias la radio tiene un valor de enlace muy importante para llegar al pueblo y no es coincidencia que los dos primeros clasificados en número de votos por el MBD y la segunda de ARENA en Río de Janeiro sean encargados de un consultorio diario a nivel popular. Hay que advertir que la dificultad de decir lo que les permite estaba tanto en lo que dicen como en el tiempo en que disponían los candidatos. La ley Falcón, convencida de que no hay que malgastar ni tiempo ni palabras, les dio un máximo de tres minutos en la televisión y radio. El programa favorito -las horas punta- se interrumpía para advertir que el Tribunal Regional Electoral presenta a los candidatos a vereador por el partido del Gobierno y por el MDB. Surgían rápidamente una serie de retratos sirviendo de fondo a la rápida enumeración de títulos a que antes aludía. El aburrimiento a que ese tipo de programa se presta es evidente. MDB ha intentado en Río darle una ligera variedad con la fotografía de sus candidatos usando el mismo tiempo que los demás pero en tres poses diferentes; eso animaba pero también desorientaba un poco ver la misma cara sonriente. seria v otra vez sonriente sin motivo aparente. Hubo quien además de cambiar de expresión cambiaba de ropa: la deportiva o «informal» dejaba paso a la formalista y conservadora con corbata y chaqueta. Lo que quiere significar, supongo ,un hombre cómodo en cualquier ambiente social.La fórmula, no hay que advertirlo, además de aburrida incide en el más esperado momento de la vida brasileña -la de la telenovela- y la reacción ha ido desde la indignación al tedio. Esa es probablemente la reacción que el Gobierno esperaba. Un electorado que asocie la política con el aburrimiento es el más indicado para que deje las cosas como están desde hace doce años, es decir, que mantenga el partido que está en el poder, la ARENA.
...Que por otra parte ha usado de esa misma televisión para hacer durante meses el más impresionante lavado de cerebro que haya presenciado nunca. La televisión española, siempre tan corifea del régimen franquista en el capítulo de la propagandose limitó a presentar las noticias favorables al régimen y a ocultar cuidadosamente las demás. La brasileña no. La brasileña ofrece además una serie de spots, diez o veinte cada hora. en que se glosa continua mente el increíble avance de la industria, del comercio, de la agricultura, de los transportes... Con rostros sonrientes, campesinos, maquinistas, estudiantes colaboran... En uno de ellos, una familia viajando modestamente en un carro se queda / triste y perpleja. El puente ha caído y no pueden atravesar el río. Un mozo a caballo los ve y despacha a su compañero en busca de ayuda. En un momento aparecen varios labriegos con los útiles necesarios para tender el puente por el que pasará sonriente y feliz la familia en apuros, mientras los lugareños les despiden afectuosamente Y sin haber cobrado nada naturalmente, por su favor. La idea de ayuda mutua como imprescindible para la ejecución de los proyectos se repite en un grupo de niños amontonando sus ahorros -Incluyendo el siempre tierno y eficaz detalle de la hucha de barro- y compran material necesario para construir un barquito en el que se embarcan felices.
La unión hace la fuerza... El presidente Geisel lo ha repetido mil veces en su campaña electoral por ARENA.Siempre es el bando en el poder el que pregona las excelencias de cerrar filas para conseguir el objetivo.
El silogismo es, básicamente, éste. La unión hace la fuerza y mucho más en un país de posibilidades tan prometedoras para el futuro; de ello se deduce que quien no arrima el hombro a la tarea común, es un mal brasileño. Típica frase de propaganda electoral: Diga sí al Brasil. Vote por ARENA (de esa asociación entre régimen y patria sabemos bastante en casa donde mil veces se ha llamado antiespañol al antifranquista y campañas antiespañolas a las promovidas en el exterior para acabar con el Estado nacional-sindicalista, y allí Igual que aquí, la oposición sostenía que las premisas eran falsas y que al país se le ayudaba más eficazmente oponiéndose al Gobierno que existe hoy que reforzar sus poderes al apoyarle).
El final de esos motivos de propaganda es siempre el mapa del Brasil abriéndose poderosamente -no hay exageración que valga con un Estado que tiene la extensión de toda Europa hasta los Urales- y un slogan repetido hasta la saciedad en la pantalla chica y en muchos muros de Brasil: «Este es un país que va pra frente». El uso del familiar pra en lugar del correcto «para» es una concesión al habla del pueblo para identificarse con él. Otra fórmula típica es el cuadro estadístico de lo que el país ha ganado en producción, lucha contra el analfabetismo (están, ahora en un 25%, electricidad (de 39% a 80%), agua (21% a 62%) y comercio en los últimos diez años, atribuyendo naturalmente el mérito al sistema dictatorial en el poder. También eso resulta familiar a los españoles. Nos decían todos los días que gracias a la paz de Franco habíamos aumentado de tanto a tanto. Jamás nos recordaron que Francia, Alemania e Italia, con Gobiernos débiles, huelgas y problemas constantes en las calles había subido todavía más en la renta «per cápita».
A este país afirma, otro slogan no hay quien le pare! (Niguem segura este país!):
Las obras benefactoras del régimen salen continuamente en la pantalla dramatizadas en episodios, en general técnicamente bien realizados. Por ejemplo: un colegio, unos niños escuchando a otro escolar, un negrito que lee un cuento y se equivoca, rien todos; comentario en off. Nadie ríe con el vientre vacío. «Sistema de merienda escolar.» Y en seguida la frase bombástica: Probablemente el mayor servicio social del mundo.
El «probablemente» es raro: generalmente se habla de absolutos. Y cuando no se tiene se confía en tenerlo. El Metro de Río será el más moderno del mundo, lo que resulta lógico porque está todavía sin terminar. Los teléfonos de Río cumplen muy a desgana su cometido de trasmitir voces humanas, para que estén días y días sin funcionar basta que haya caído un poco de agua. Pero la central que están levantando frente a la nueva catedral desde hace bastante tiempo lleva este consolador letrero: Estamos construyendo el mayor servicio telejónico de toda la América latina.
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