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Un resultado que no deja lugar a dudas

La suma masiva de síes en las urnas era previsión razonable. ¿Por qué iba a votar el país contra la democracia preconizada por la Monarquía, contra la evolución política hecha desde la legalidad, contra la consolidación de su futura convivencia nacional? Era igualmente previsible la minoritaria votación negativa por las mismas razones. No data de ahora, del resultado de esta votación la madurez política del pueblo español. Siempre fue, por la evidencia de su historia, pueblo maduro, con auténtica libertad, hasta la convocatoria del 15 de diciembre, cuyos resultados quedaron anticipados en la votación de la ley de Reforma Política en las Cortes. Y precisamente a los procuradores, que aprobaron también por destacada mayoría la ley ahora refrendada, debe ir, en esta hora, la expresión pública de reconocimiento a su acierto y de aplauso a su limpia y desinteresada actitud.El normal porcentaje de abstenciones, más reducido incluso de lo que admitían estimaciones estadísticas sensatas, no permite interpretaciones caprichosas, partidistas, falseadas. Aunque se haya concentrado en determinadas zonas, no ofrece base suficiente para intentar siquiera fundamentar en el éxito al uno de la campaña de abstención. Su volumen -un 22%- es, además, poco real, habida cuenta de qué no está formado por una suma de abstenciones voluntarias, sino por éstas y todas las demás involuntarias cuyo cómputo no es posible hacer. La participación -superior al 77% de los votos convocados- ha triunfado claramente, también, sobre la abstención. El pueblo no se ha desentendido de su responsabilidad histórica. Ha cumplido su cívico deber votando.

El triunfo, como ha precisado el presidente del Gobierno, es de todos. Es del país entero. No admite, por lo tanto, adscripciones parciales o tentativas de apropiación partidista. El triunfo de la votación afirmativa en el referéndum responde a la idea democrática real, sin discriminaciones, sin particularismos privilegiados, que simboliza, en la cúspide de la nueva constitucionalidad española, la Corona (...)

17 diciembre

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