Divergencias entre los PC de Italia y Francia
La divergencia de opiniones sobre la futura Europa entre comunistas italianos y franceses ha vuelto a confirmarse en la reunión de estudio celebrada estos dos últimos días en Roma.Los diputados comunistas europeos -doce italianos, cuatro franceses y un danés -han estudiado la crisis económica de los países de la Comunidad Europea, bajo la presidencia y dirección de Giorgio Amendola, jefe del grupo.
El problema de fondo era buscar puntos de convergencia para no descargar sobre los trabajadores o sobre un país determinado la crisis europea.
Al informe de Amendola han seguido uno económico del francés Pierre Duharcourt y otro político de Marie Therese Goutmann, del comité central del partido francés.
El problema italiano, según Amendola, es luchar contra la inflación con una política de inversiones que modifique las estructuras en sentido democrático. El problema francés, según los comunistas de este país, es reestructurar el sector público por medio de nacionalizaciones contra una política económica que aventaja sólo a los monopolios. Los franceses quieren ampliar las relaciones a otras regiones del mundo sin equilibrio y daño para la soberanía francesa evitar ante todo que los intereses del país sean sacrificados a otros intereses. La política de Giscard es de apoyo continuo a los veinticinco colosos de la economía francesa. Giscard quisiera utilizar la Comunidad Europea para impedir el desarrollo democrático del país.
Según Amendola, la Comunidad Europea impulsa políticas deflacionistas en cada país, por separado, para favorecer el proteccionismo y la autarquía nacional. Los comunistas italianos, por el contrario, más que acuerdos bilaterales que conducen a tratar con los más fuertes, Estados Unidos y Alemania, quieren acuerdos multinacionales, una regional europea, créditos multinacionales, una política común en el petróleo y otras fuentes de energía.
Mientras el Partido Comunista Francés cree en una alternativa de Gobierno de la izquierda ante una mayoría que se resquebraja de día en día, el Partido Comunista Italiano, que ha sido siempre un partido de Gobierno, aun cuando ha estado en la oposición, según frase de Amendola, teme verse reducido a la oposición, en la actual anómala situación política, debilitando a la vez al Partido Socialista, que los comunistas italianos quisieran ver más fuerte y reforzado.
