Imma de Santis,
que durante largo tiempo no daba abasto para cumplir sus compromisos cinematográficos -diecisiete años, veintiuna peliculas- lleva un año entero sin trabajar en el cine. «La panorámica cinematográfica es realmente triste para una mujer. Continuamente me ofrecen papeles de niña rubita, a la que desnudar para aprovecharse de ella», le ha contado a Fernando Gracia.
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