Catorce horas de encierro para ser atendidos

Después de casi catorce horas de espera -desde las nueve de la mañana- los doscientos vecinos de la urbanización La Veredilla, en Torrejón de Ardoz, que se encerraron en los locales de su inmobiliaria Etisa, para protestar por la falta de calefacción de sus viviendas, han conseguido la promesa por escrito de que se normalizará el suministro de combustible.

Lo primero que los vecinos quisieron lograr es delimitar claramente quién era el responsable de estas irregularidades. Por una parte está Etisa, promotora de las viviendas. Por otra, Edisol, constructora de las mismas por encargo de Etisa, y por otra Calorsa, instaladora de las calderas térmicas. Hace dos semanas, Edisol, quien sostiene ser la propietaria de las calderas, cerró con candado la puerta del cuarto de máquinas, y los vecinos se quedaron sin calefacción ni agua caliente. Las visitas que realizaron en estos días a Etisa para pedir explicaciones no dieron resultado, y por fin decidieron encerrarse, hombres, mujeres y niños en el local de la empresa hasta que alguien les atendiera.Curiosamente, todos los directivos con atribuciones para hacerlo estaban de viaje. Después de muchas gestiones lograron reunir a directivos de las tres empresas, y casi a las doce de la noche, estos se comprometieron a reanudar el suministro, mientras legalmente, se decidía quién es el propietario, y por tanto el responsable, de las deficiencias.

Previamente, Etisa habla ofrecido verbalmente a los vecinos pagarles una determinada cantidad y que se hicieran cargo del suministro de ahora en adelante, oferta que no fue aceptada.

Mientras que no se solucionen los problemas civiles entre las empresas en litigio, el juez de primera instancia de Alcalá de Henares ha dictaminado que la propiedad circunstancial queda atribuida a Calorsa, por ser la empresa instaladora. A este efecto, hoy por la mañana el juez de Torrejón, acompañado por la Guardia Civil, abrirá la puerta y obligará a Calorsa a hacerse cargo de la responsabilidad.