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Crítica:Clásica
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La vuelta de Rimski-Korsakov

Entre las abundantes novedades discográficas que enriquecen el mercado nacional ante la proximidad de las fiestas navideñas, un álbum llama mi atención. Es aquel que contiene la última ópera de Rimski, verdadero canto de cisne del gran maestro ruso, titulada El gallo de oro.

Los gustos del público. siempre arbitrarlos, han ido desterrando de las salas de conciertos las obras de Nicolai Andrevich Rimski-Korsakov ( 1844-1908).

Sus tres sinfonías, la incomparable suite sinfónica sobre Las mil v una noches llamada Sheherezade, tan interpretada en otro tiempo: su poema sinfónico La gran Pascua rusa, las admirables suites orquestales de sus óperas. su Concierto de plano, las cantalas, la Fantasía para violín, etc., han caído en el olvido de las orquestas occidentales. Rimski fue, además, un gran foIklorista y teórico, compuso muchas canciones, obras corales, para piano, de cámara. ¿Qué conocemos realmente de todo ello, salvo Sheherezade, el Capricho español o esos fragmentos que saltan a la fama desde Sadko o El zar Saltan y que no dicen nada sobre la magnitud artística de su autor?

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Rimski-Korsakov: El gallo de oro.Ópera bufa en un prólogo y tres actos basada en un cuento de A. Pushkin. Libreto de V. Bieisky, Alexei Korolyov, bajo; KIara Kadinskaya, soprano; Antonina Kleshchova, mezzo -soprano; Nina Polyakova, soprano; Gennadi Pischayer, tenor; Yuri Yelnikov, tenor, Alexander Polyakov, barítono,- Leonid Ktítorov, bajo. Coro y Orquesta Lírica de la Radio de la URSS. Maestros de coro: M. Bondary L. Ermakova. Directores: A lexei Kovalev y Yevgeni Akulov. Hispavox-Melodía HMES 610-91/92/93.

Sin embargo, la producción de Rimski, en sus variadas formas, ofrece una calidad musical muy superior a la de la mayoría de los autores rusos que le fueron contemporáneos, Tchaikovsky incluido.

Un apartado destaca en la producción- del autor ruso: la ópera. Incluida La boyarda Vera Schelóga, prólogo a su primer trabajo lírico, Pkovitianka, quince son las óperas compuestas por Rimski-Korsakov. Esta producción se extiende desde sus veintiocho años, cuando pone fin a la primera versión de Iván el Terrible hasta los 63 cumplidos. en que concluye El gallo de oro.

Como sucede con Prokofieff, del que ahora se ha reeditado su formidable Angel defuego, lo mejor de Rimski está en el teatro lírico.

Todas las piezas escénicas de Rirriski. excepto Mozart v Salieri (1897). se Inspiran en las leyendas, la vida, la historia, el folklore ruso. Nada mejor que la obra del músico de Tichvin para captar el espíritu del inmenso imperio zarista, a caballo entre Oriente v Occidente.

Destituido de su cátedra

Rimski acomete la composición de El gallo de oro cuando cree haber puesto punto final a su ciclo creador. La Rusia pre-revolucionaria, agitada, llena de problemas sociales, va a afectar al noble y anciano maestro. Los disturbios estudiantiles han llegado al conservatorio de San Petersburgo. Rimski alza su voz contra la represión zarista en la universidad y las medidas disciplinarias contra alumnos del conservatorio. Los catedráticos más reaccionarios acusan al compositor de exaltar los ánimos estudiantiles. Tras una dura campaña de prensa en la que Rimski se defiende pidiendo comprensión para los estudiantes y gestión autónoma en el conservatorio, el gran músico es destituido de su cátedra. Atrás quedaron un cuarto de siglo de trabajo en condiciones precarias, su lucha por un arte genuinamente ruso. Los discípulos -Liadov, Glazunov, Arenski, Stravinski-, los amigos, están a su lado. Pero el espíritu sensible, elevado, generoso, de Rimski, va a salir muy quebrantado de todo este asunto. Su amargura es grande cuando presenta la dimisión de su cargo en la Sociedad Musical Rusa, desde donde había querido llevar a todos a la reflexión, a la justicia.

El Falstaff ruso

Así ha sido llamada El gallo de oro, ingeniosa sátira de la autocracia paternalista de la Rusia de los zares. Si en anteriores óperas Rimski había revisado la figura del zar con espíritu renovador. ahora queda ésta absolutamente ridiculizada en su estulticia Y poder tiránico. Se comprende que, a pesar de los ingenuos y esquemáticos diálogos del texto, chispeante y directo, ideal para una ópera, la censura imperial prohibiese la representación de El gallo de oro. ¡Y eso que el libreto de Bielsky se basaba en un cuento de Alejandro Pushkin, el máximo de todas las Rusias!

Rimski, que falleció el 21 de junio del 1908, no pudo oír su obra, estrenada el 14 de septiembre de 1909, en el teatro Zimin,de Moscú.

A pesar del origen fantástico de la narración y del orientalismo de la música, El gallo de oro caricaturiza inteligentemente una situación social y política inadmisible, aplicable a cualquier país y cualquier época. La música subraya maravillosamente el acontecer del drama.

Para quien conozca la suite, sinfónica de El gallo de oro, arreglada por Glazunov y Steinberg, no ofrece dificultad seguir el desarrollo musical de la ópera. La orquestación, brillante y colorista, apoya con su transparencia la invención melódica del compositor, más variada y rica que nunca en sus cambiantes tonalidades.

La presente versión tiene todas las garantías del país de origen, siempre de peso cuando se trata de piezas de signo nacionalista.

Ultimamente se han escuchado, en versión de concierto, algunas óperas que, por sus cualidades sinfónicas, admiten la separación de la escena. No seria mala idea dar a conocer, por tal procedimiento, esta pieza maestra de Rimski.

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