Londres sigue optimista sobre Rodesia
«Lo único que puedo decir acerca de la conferencia de Ginebra sobre Rodesia es que continúa», dijo el ministro de Exteriores británico, Crosland, poco antes de que llegara a Londres el presidente de la reunión, Ivor Richard, aparentemente para informar del punto muerto que había surgido.Richard desmintió enseguida que los rumores sobre ese punto muerto tuvieran relación alguna con la realidad y se extendió ante los periodistas en una descripción sucinta de lo que hasta ahora ha sido la conferencia de Ginebra. «Yo no soy pesimista», declaró el diplomático que Gran Bretaña ha elegido para resolver el problema constitucional de su colonia. Richard explicó su optimismo: «No hay un peligro inminente de que las conversaciones terminen.» Para Ivor Richard, que al principio de esta cumbre de Ginebra declaró su entusiasmo por asumir el papel que desempeña, lo más importante de todo lo que se ha conseguido hasta el momento «es haber sentado a la mesa a las diversas facciones que tienen que ver en el conflicto».
El optimismo diplomático de Richard es recibido con mucha cautela en Gran Bretaña, donde se conoce muy bien la historia negociadora de Ian Smith, que en dos ocasiones anteriores y ante personajes de mayor rango político que Ivor Richard, como Wilson y Douglas-Home, se las arregló para dilatar las esperanzas británicas de concederle la independencia a Rodesia por el procedimiento democrático qué le apetecía al Reino Unido.
La presencia de Richard en Londres desató inmediatamente especulaciones sobre el futuro de la conferencia, que en algunos sectores se ha considerado terminada desde el momento en que la abandonó el líder blanco rodesiano. Si estos temores están fundados, la única solución que habría para volver a sentar a la mesa a Smith y a sus oponentes de color sería la presencia del ministro británico de Exteriores en la conferencia de Ginebra. Crosland ya ha dejado una puerta abierta a esa posibilidad cuando dijo, ante una audiencia internacional, que sólo iría a Ginebra si de ese gesto suyo fuera a depender el éxito o el fracaso de las negociaciones.
Crosland comparte el optimismo de Richard. Cree que todos los que participan en la reunión de Ginebra tienen un deseo sincero de que las conversaciones tengan un resultado positivo. El principal problema que se ha presentado es el que se refiere a la fecha que se quiere fijar para concretar la independencia rodesiana.
Ian Smith dijo ayer en Rodesia que no entendía cómo se había gastado tanto tiempo en la discusión de la fecha para la independencia, «que es un asunto que va a tener tan escasas consecuencias en el contexto general de la conferencia».
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