Andreotti consulta con Berlinguer el plan económico italiano

Con el propósito de consultar su plan económico, el primer ministro Giulio Andreotti se entrevistó ayer por separado con los secretarios de los partidos políticos que, con su abstención, dan vida a su Gobierno en el parlamento.La semana pasada, los comunistas propusieron una reunión colegial de todos los secretarios de partidos con el Gobierno para preparar el debate parlamentario sobre la crisis económica, que se abrirá mañana. Favorables a la propuesta comunista fueron los socialistas, los socialdemocráticos y los republicanos; se opusieron los liberales y la Democracia Cristiana.

Andreotti cortó por lo sano, proponiendo en una carta a Berlinguer los encuentros bilaterales de ayer. Así, por la mañana conversaron con el primer ministro el secretario Enrico Berlinguer, acompañado de los presidentes de los grupos parlamentarios Alessandro Natta y Edoardo Perna, además del experto económico Giorgio Napolitano.

De las lacónicas declaraciones que este último hizo a la presa se deduce que los comunistas no están dispuestos a pelear a fondo contra Andreotti en el debate de mañana. Se habrían limitado a hacer presentes ciertas exigencias y problemas y a apoyar una austeridad que esté basada en la justicia social.

Al coloquio con los comunistas, que duró más de lo previsto, siguió una entrevista de Andreotti con los socialistas. Al final, el secretario Bettino Craxi declaró que los socialistas habían preferido la reunión colegial.

A la hora de despachar esta crónica, Andreotti conversa con los líderes de los Partidos Republicano y Liberal. A pesar de. que economistas socialistas y comunistas se reunieron días pasados, se tiene la impresión de que la izquierda no se presenta con una estrategia global, al debate parlamentario. En algunos puntos, los socialistas estarían más a la izquierda que los comunistas, y a estos últimos les preocuparía no dejarse capturar por aquéllos en un frente común. contra la Democracia Cristiana. Esta, por su parte, da señales de tomar distancias de Andreotti, y después de la fase de emergencia (restricción del crédito, presión fiscal), de querer pasar a la de sostén efectivo de la economía, según el plan de la reconversión industrial.