La CEE pretende eliminar las subvenciones agrícolas

La reunión conjunta de ministros de Agricultura y de Finanzas de la CEE, celebrada en Luxemburgo, no aportó grandes novedades a los problemas agro-monetarios que tiene, planteados el Mercado Común.La comisión europea proponía eliminar las subvenciones CEE a los agricultores de países con monedas débiles (Italia, Gran Bretaña e Irlanda) para evitar, una sangría de más de 1.000 millones de dólares anuales a la caja comunitaria del FEOGA (Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agrícola). La comisión propone un nuevo sistema que adopte automáticamente los precios agrícolas de cada país de la CEE a la cotización real de su divisa nacional. En la actualidad, con objeto de mantener la unidad de cuenta en que se basan los precios agrícolas CEE, los «Nueve» aplican un sistema de subvenciones a los Estados miembros con monedas depreciadas.

Irlanda aceptó últimamente devaluar su libra verde, en un 7 por 100, para situarla al nivel real de la cotización de su divisa. Gran Bretaña debería hacerlo propio respecto a la libra esterlina. Sin embargo, una devaluación de la libra verde eliminaría las subvenciones CEE para los agricultores-británicos. Es evidente que el Gobierno de Londres, ante los graves problemas financieros, se opone a prescindir de las subvenciones comunitarias.

Política monetaria

Por su parte, el Comité Monetario de los «Nueve» aceptó, como mal menor, el impuesto del 10 por 100 que las autoridades italianas aplican a la venta de divisas en Italia.

En el plano específicamente agrícola, los «Nueve» de la Europa verde decidieron una serie de medidas en el sector vitivinícola (destilación de excedentes) y hablaron, sin llegar a conclusiones, de la difícil situación del sector de productos lácteos. Excepto Italia, todos los países miembros tienen excedentes de leche en polvo. La CEE cuenta hoy con 1.400.000 toneladas de excedente de leche en polvo.

La aplicación de una zona de explotación económica de doscientas millas en las aguas comunitarias, no fue objeto de discusiones en Luxemburgo. El tema queda para la reunión de concertación política que celebrarán los ministros de Asuntos Exteriores de la CEE el próximo sábado, 30 de octubre, en La Haya.

En medios bien informados de la CEE se recuerda que hay unanimidad entre los «Nueve» para aplicar la zona de doscientas millas a partir del 1 de enero. Falta resolver el litigio interno que enfrenta a irlandeses y británicos al resto de la CEE. Londres y Dublín desean una zona exclusiva para sus pescadores de cincuenta millas, contra las doce millas que propone la Comisión Europea como aguas territoriales nacionales, en las que sólo quedarán autorizados a pescar los barcos nacionales.

En La Haya los «Nueve» podrían dar mandato a la Comisión Europea para que inicie negociaciones con los países terceros (España entre ellos) que serán afectados por la extensión de doscientas millas marítimas de la CEE.

Todo parece indicar que Gran Bretaña ha conseguido resistir a las presiones que existían en Europa para devaluar la libra verde a la luz de la continua caída de la divisa británica. El acuerdo adoptado por el MC, que ha decidido pagar subsidios que alcanzan un total de 1.750.000 libras al día, con los cuales Gran Bretaña puede seguir adquiriendo su comida, así lo atestiguan.

Este subsidio es considerado en círculos gubernamentales ingleses como esencial para mantener los precios existentes ahora en el mercado, ya que es un ejemplo de que en este período de crisis, la CEE no está dispuesta a prestar demasiada atención a las fluctuaciones de la libra y quiere mostrar su confianza en la estrategia económica del Gobierno de Londres.

El apoyo de la CEE significa, por tanto, un apoyo político de primera magnitud.