Cierre de empresas vizcaínas de la construcción

Cerca de 300 empresas vizcaínas de la construción, que agrupan en total a unos 17.000 trabajadores, habían cerrado ayer sus puertas por quince días, después de obtener la autorización previa por parte de la Delegación de Trabajo.

El lock out del sector puede generalizarse el lunes con el cierre de las grandes empresas que operan a nivel nacional, pero incluso antes de proceder a este cierre empresarial, los trabajadores han sido ya dados de baja temporalmente en la Seguridad Social. Pese a ello se insiste por parte de las empresas en que no quieren aplicar sanciones, aunque han sido insistentemente presionados por parte del sindicato oficial.

Para buscar una salida a este conflicto, que entra ya en sus catorce días, los patronos se van a dirigir por carta individual a todos sus trabajadores a fin de conocer si quieren o no reanudar el trabajo. De este modo tratan de conseguir esa votación secreta que ellos mismos habían propuesto días atrás y que se negaron a aceptar los trabajadores.

Estos, por su parte, se reafirman en sus planteamientos y así lo han hecho constar en el primer boletín de la huelga distribuido ayer. En apoyo de sus posiciones, se ha manifestado asimismo la COS que destaca «la intransigencia de la patronal al no querer dialogar con la comisión gestora». La COS denuncia la actitud de la Organización Sindical y exige el inmediato reconocimiento de los representantes de los trabajadores, como condición indispensable para iniciar negociaciones.