El Partido Comunista Portugués prepara su Congreso

Mil doscientos delegados representantes de los 115.000 miembros del Partido Comunista Portugués discutirán en el próximo Congreso del 14 de noviembre el informe de Alvaro Cunhal: 500 páginas que analizan la trayectoria del partido desde 1965, fecha del último Congreso ordinario.Desde hace aproximadamente un mes los militantes del PCP, divididos en los 4.000 organismos que los encuadran, discuten las principales tesis y análisis, ponencias y modificaciones que en el Congreso tendrán que aprobar o rechazar. El punto más importante del VIII Congreso, la elección del secretario general, no parece que vaya a plantear problemas. Una vez más, Alvaro Cunhal será elegido. Los rumores que indicaban que Cunhal iba a pasar a desempeñar el cargo de presidente (inexistente en el PCP) fueron rápidamente desmentidos.

No obstante, hay otros aspectos de la estructura interna del Partido Comunista que van a sufrir modificaciones. El Comité Central, que consta en la actualidad con 22 miembros efectivos y 14 suplentes, deberá ser sustancialmente ampliado. Se cree que el nuevo Comité Central, que a su vez eligirá la Comisión Política y el secretariado, estará compuesto por unos 70 miembros, escogidos en su gran mayoría entre los funcionarios del Partido.

Por el momento, tres nombres suenan ya para ocupar cargos importantes en la estructura partidaria. Vital Moreira y Manuel Guzmao, jóvenes diputados berlingueristas, y Veiga de Oliveira, antiguo ministro de Obras Públicas, parecen tener posibilidades.

De los 36 dirigentes del Partido Comunista Portugués solamente seis tienen menos de cuarenta años, y la edad media es de cuarenta y ocho. Aunque se espera que el próximo Congreso cambie radicalmente la composición del Comité Central, la llamada «regla de oro de la mayoría obrera» puede ser un inconveniente. En la actualidad los funcionarios del Partido Comunista tienen en un 82 por 100 menos de cuarenta años, y en su gran mayoría no pertenecen a la clase obrera. Es la pequeña burguesía la clase social dominante entre los funcionarios comunistas.

El funcionario del Partido Comunista Portugués recibe mensualmente un salario de 6.125 escudos (12.500 pesetas). Los funcionarios «políticos» tienen, además de este sueldo, una «ayuda» que equivale a la mitad de la mensualidad de la renta de la casa que habitan y una cantidad para la educación de los hijos, cuya cuantía es desconocida. Existe otro tipo de funcionarios, los «administrativos», que reciben mensualmente 5.500 escudos y no gozan de ninguna ayuda más.

Según consta en los archivos de la «Previdencia» (Seguridad Social portuguesa), Alvaro Cunhal tiene un sueldo de «funcionario político», es decir, de 6.125 escudos. Por otro lado, no se sabe la cuantía de las diversas «ayudas» que el secretario general recibe, entre otras cosas porque los detalles relativos a su familia o hijos son desconocidos. Cunhal considera que su vida privada es «un asunto que sólo le interesa a él», como declaró en una entrevista al semanario Expresso.

Setenta y cinco millones de escudos (150 millones de pesetas) es la cuantía de los ingresos recaudados por el PCP durante 1975. Según datos hechos públicos por el partido, con este dinero se imprimieron más de cien millones de ejemplares de folletos, diez millones de carteles, más de mil «fiestas», además de la actividad de las elecciones del 75 en las que los comunistas realizaron 223 «comicios». Una de las actividades esenciales del organismo de «Información y Propaganda» del PCP consiste en la edición de las obras de Cunhal. Sólo después del 25 de abril de 1974 han sido editados seis volúmenes de los discursos de Cunhal, que hacen un total de 1.500 páginas. Ello sin contar las obras clásicas del secretario general, que hacen por lo menos un número de páginas semejante.

En las finanzas del partido no están incluidas ni la Editorial Avante, ni el semanario del mismo nombre, ni el matutino O Diario, órgano oficioso del PCP.

Entre las tesis que serán presentadas al próximo Congreso de mediados de noviembre destaca la cuarta, titulada: «El régimen democrático y los peligros actuales». Refiriéndose al tema de las pasadas elecciones presidenciales, la tesis afirma sobre los votos obtenidos por el candidato comunista Octavio Pato: «Hubo una deficiente previsión de los resultados por parte de la organización del partido, revelando subjetivismo y deficiente evaluación de las masas». No obstante, «se espera que la inmensa mayoría de los votantes de Otelo Saraiva de Carvalho vuelvan al partido».

Al Congreso se espera que vengan destacados dirigentes comunistas. como los soviéticos Mikail Suslov, Vladimir Kirilenko, Boris Ponomarev y el cubano Raúl Castro, hermano de Fidel.