La Alianza Popular, tema polémico

Sigo con verdadero interés la marcha de EL PAÍS, que me parece que ha nacido justo en el momento que hacía falta y con el empuje y bienhacer necesarios para triunfar. Sin embargo, no me parecen objetivas algunas de sus informaciones, sobre todo las políticas, que es donde menos se nota la «independencia» de ese diario. ¿Un ejemplo? Los editoriales del domingo 10 de octubre, tan injustos tanto para el tema de la Alianza Popular como para el de los reajustes económicos del Gobierno. Ese no dejar títere con cabeza no me parece en absoluto constructivo. Los ex ministros Fraga, López Rodó, Silva Muñoz, Fernández de la Mora, Martínez Esteruelas y De la Fuente, son ex ministros de Franco y, por tanto, han sido todo lo democráticos y liberales que pudieron ser con Franca. Toda la clase política española ha nacido y vivido con Franco o durante los cuarenta años de Franco. Sólo los perseguidores del Régimen pueden presumir de no haber colaborado con el Régimen. Todos los demás, aquí estamos y hemos hecho lo que hemos podido secundando la política de Franco o criticándola en la medida de nuestras fuerzas. Aliarse para formar un grupo fuerte que trate de evitar el desbarajuste político español actual creo que es una idea plausible y honesta aun con todos sus defectos. Ceder cada uno un poco de sus exigencias y admitir pareceres no del todo coincidentes con el propio constituye una postura noble y decididamente constructiva.

Yo no sé si toda la irreflexión de EL PAÍS nace de la juventud de los componentes de su redacción. Leí al comienzo de su publicación que iban a ser sus propios redactores quienes llevasen la línea editorial del periódico. Tal vez lo hayan conseguido (en todo o en parte), porque se nota a la legua que es gente joven la que pone su pluma a disposición de los lectores. Es la única explicación Y el único atenuante. Por lo demás, mi felicitación.