Seveso: exámenes médicos durante toda la vida a los afectados
La población de la zona contaminada de Seveso (Italia), en donde se produjo un escape de TCDD el pasado julio, deberá someterse a exámenes médicos durante el resto de sus vidas, según un informe que se ha presentado al Gobierno italiano.
El informe, preparado por un grupo de expertos británicos bajo la dirección de Donald Lee, técnico del laboratorio patológico del Ministerio británico de Agricultura, recomienda incluso que la región someterse a revisiones periódicas aún después de que desaparecido los síntomas de contaminacion.El señor Lee ha pedido al Gobierno italiano que clausure las zonas afectadas y sólo se permita el regreso a ellas del personal técnico y que las áreas más contaminadas se transformen en bosques a efectos de estabilizar los suelos y evitar la acción de los vientos para impedir también el peligro de contaminación de nuevas zonas.
Otra de las recomendaciones que propone el informe es que se aliente a los habitantes de Seveso para que cooperen con las autoridades sanitarias, quienes deberán controlar y vigilar incluso el estado de salud de las nuevas generaciones.
Considera el señor Lee que la cantidad del mortal TCDD liberada de la fábrica ICMESA, al explotar la planta química, fue subestimada. En este punto la divergencia entre el experto británico y las autoridades italianas es apreciable, ya que el primero considera que la cantidad de gas producida tras el escape fue por lo menos de 130 kilos y que mucho se esparció por los alrededores. Oficialmente se señala que se produjeron sólo dos kilos de gas en el escape.
La proposición de sometimiento a exámenes médicos durante el resto de sus vidas de los habitantes de la zona afectada puede apoyarse fundamentalmente en el hecho de que las consecuencias tóxicas de la TCDD en el organismo humano se conocen muy poco. Sólo se conocen dos casos (Inglaterra y Estados Unidos) y con unos niveles tóxicos muy bajos. Esta es, al menos, la explicación que han dado expertos de toxicología consultados por EL PAIS.
La dioxina, componente del TCDD, es uno de los tóxicos más potentes que se conocen. Una pequeña idea de este elevado grado de toxicidad lo puede dar la experiencia de laboratorio que ha realizado un equipo de especialistas españoles.
Según parece, gran parte de este tóxico puede quedar almacenado en el organismo, principalmente en los depósitos grasos y en el hígado. Los efectos que produce son fundamentalmente dos: la inducción enzimática y los daños hepáticos.
La inducción enzimática se produce cuando una serie de sustancias que existen, preponderantemente en el hígado, aumentan de forma considerable su producción, lo cual, a su vez, produce una serie de alteraciones metabólicas. Esta es probablemente la clave de su toxicidad permanente o a muy largo plazo.
Respecto a las medidas que pueden tomarse con las personas afectadas por la toxicidad, de la dioxina, los mismos especialistas señalan como más importantes las de intentar cuantificar el TCDD almacenado en los depósitos grasos del organismo, medir la inducción enzimática a través de biopsias o de análisis de muestras de sangre y orina y estudiar las alteraciones hepáticas mediante pruebas de función hepática o también por biopsias hepáticas.
Las medidas a tomar con el medio ambiente afectado por la sustancia tóxica serían la de desmantelar los edificios -solución propuesta por el señor Lee en su informe- o lavarlos; y así arrastrar la dioxina mediante detergentes. La zona contaminada podría desintoxicarse arando el terreno para permitir a los micro-organismos de la tierra degradar el TCDD -con los problemas de su poca absorción-; después habría que sembrar hierba y convertirla en bosque.
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