Enérgica condena norteamericana del asesinato de Letelier

El presidente Ford declaró ayer, tras ser informado del asesinato del líder democrático chileno Orlando Letelier, que «sentía profundamente el trágico suceso». Casi al mismo tiempo, un grupo de personas se manifestaba ante la embajada de Chile en Washington para protestar por la muerte del que fue ministro de Asuntos Exteriores y Defensa del Gobierno de Salvador Allende.La viuda del líder asesinado declaró, minutos después de conocer la muerte de su marido: « El 10 de septiembre, la Junta Militar le despojó de la nacionalidad chilena y hoy le quitó su preciosa vida».

Por su parte, el vicesecretario de Prensa encargado de asuntos presidenciales, John Carlson, anunció a la prensa ayer, que las autoridades policiales americanas están llevando a cabo grandes esfuerzos para localizar a los responsables del crimen, pero que no existen muchas pistas. Se confirma la hipótesis de que la bomba que le costó la vida a Orlando Letelier fue colocada en la parte inferior del automóvil que conducía el líder chileno y que fue accionada mediante un mecanismo de relojería.

Han comenzado a producirse ya las esperadas reacciones en los sectores liberales del Congreso y del Senado americano. El senador Edward Kennedy condenó ayer en los términos más severos el asesinato, mientras que el senador James Abourez, de Dakota, acusó, como informábamos en nuestra edición de ayer, a la Junta Militar chilena de haber preparado y realizado el atentado.

El circunspecto silencio que hasta ahora habían guardado las autoridades chilenas fue roto casi simultáneamente en Santiago y Washington. La embajada chilena en USA condenó el «ultrajante acto de terrorismo que supone el asesinato del dirigente de la oposición chilena en el exilio Orlando Letelier», al tiempo que exigía «una investigación completa y rigurosa para que se conozcan todas las circunstancias del atentado». «El Gobierno chileno -decía también Ia declaración- se declara inocente, deplora el hecho y reitera su enérgica protesta por cualquier acto de terrorismo».

En parecidos términos se pronunció la Cancillería chilena, que en una nota oficial afirma que el Gobierno «lamenta lo ocurrido y reitera su más enérgico repudio a todo acto de terrorismo».