El Gobierno rodesiano ha discutido el plan Kissinger

El primer ministro rodesiano lan Smith declaró ayer que su Gabinete se ha puesto de acuerdo sobre la respuesta a dar a las propuestas de solución del problema rodesiano que le fueran formuladas personalmente por Henry Kissinger el pasado fin de semana.Se especula que el Gobierno rodesiano podría haber aceptado las sugerencias de Kissinger. En cualquier caso, tanto si el Gobierno y el Parlamento aceptan el plan norteamericano-británico, se necesitaría aún una mayoría favorable de dos tercios de la Asamblea (cámara baja del Parlamento), para que fuese aprobado, como ocurre con toda enmienda constitucional.

Solución pacífica

El presidente de Zaire, Mobutu Sese Seko, que se entrevistó ayer con Kissinger en Kinshasa, dijo que «el secretario de Estado norteamericano ha convencido a los africanos de la necesidad de llegar a una solución pacífica de los problemas del Africa meridional».Se cree que si el Gobierno rodesiano acepta las propuestas de Kissinger -hasta ahora secretas-, los días del primeir ministro Ian Smith estarían contados. En cualquier caso se espera con expectación el discurso que debe pronunciar el viernes próximo por televisión el jefe del Gobierno rodesiano, en el cual deberá exponer las grandes líneas del futuro.

Lo indicado hasta ahora públicamente de la propuesta de Kissinger no es, en esencia, más que la actualización del «Plan Callahgan». Cuando el actual primer ministro británico era secretario del Foreign Office, propuso que no se le concediese la independencia a Rodesia antes de que los blancos aceptasen el principio del Gobierno de mayoría, después de lo cual deberían tener lugar elecciones, y proclamarse la independencia en el plazo de 18 a 24 meses.

Controversias

Parece ser que es precisamente la definición de «Gobierno de mayoría» la que suscita ahora ásperas controversias. Existen dos interpretaciones, una la africana que insiste en el principio de «un hombre un voto», y otra la anticipada por el propio Smith que lo entiende como Gobierno de «la mayoria responsable», lo cual, independientemente del posible resultado de las urnas, daría a los blancos un poder en el Gobierno desproporcionado a su número.El período de transición que se abriría en Rodesia, de ser aceptadas las propuestas de Kissinger, sería sin lugar a dudas uno de los más difíciles y probablemente originaría confrontaciones internas. En él tendría que desmantelarse el Gobierno blanco y todos sus instrumentos de poder, y enfrentarse de lleno para ello a la cuestión de la segregación racial.

A pesar del pesimismo inicial mostrado por los británicos, el ministro de Asuntos Exteriores, Anthony Crossland, declaró ayer a la BBC que nunca se ha estado más cerca de un acuerdo en el caso rodesiano que ahora.