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DIARIO DE UN SNOB

Seamos de derechas

Ya está, hemos vuelto a ganar la guerra. Todos de derchas otra vez. Comentaristas, auspiciadores y, oficiosos se apresuran a diagnosticar que Coordinación está fatalque que se viene abajo como las termas de Caracalla (se supone que Caracalla podría ser Gil-Robles), y en cambio la gran coalición de la derecha ha pegado un estirón y está cada día más guapa y más alta.

Iba yo a comprar el pan y me encontré a la gran coalición centro-derecha. Areilza y Fraga iban en cabeza hablando de sus cosas. Silva y Martínez Esteruelas se habían vestido como los padrinos de un duelo o de una boda, en la que los novios podrían ser López Rodó y Fernández de la Mora, que venían detrás mirándose a los ojos.

Ruiz Gallardón por su parte ya ha gritado "¡Vivan los novios!" que es ese grito estentóreo cuyo vozarrón subraya para siempre la felicidad de los contrayentes. Dicen que la boda se celebrará en la capilla.

¿Y qué se dice por Coordinación?-me pregunta el quiosquero sacando fuera de la garita medio cuerpo y toda la conciencia de clase.

Nada, en Coordinación, a juzgar por los comentaristas de derechas los chicos juegan al billar, han montado un bingo y cada uno reza lo que sabe. La desmoralización y el caos. Incluso se dice que algún destacado miembro tiene lepra . Así que he ido a visitarles a su leprosería hecho un Padre Damián, o sea, un apostol de los rojos. Y resulta que no. Tierno Galván recita a Montesquieu por los pasillos lleno de ardor revolucionario. Camacho ha estrenado un suéter nuevo que le ha tejido su Penélope obrera, o sea, su señora, a García Trevijano le hacía el bigote un peluquero de Comisiones ; Tamames comprobaba su diagnóstico del caos económico nacional mediante la prueba de los nueves en una pizarra; Gil-Robles rezaba un rosario de cuentas rojas muy animoso y Ruiz-Giménez leía el Ya en un facistol, como si fuese la Biblia. Pero sonreía escéptico.

- Bueno chicos, creí que esto estaba acabado -les digo como saludo fúnebre.

- ¿has leído nuestro comunicado anti-Reforma? Tiene pegada.

- Ya lo creo que tiene pegada. Pero los periódicos os hacen la necrológica. Y en las tertulias lo mismo.

- Eso te pasa por ir de tertulias- me reprocha Tamames, comiéndose la tiza de hacer nueves.

- He estado en la Gran Peña y el Círculo de Bellas Artes y en el Casino de Madrid , y en Chicote. En todas partes hay gente que os da por muertos. Dicen que Coordinación se resquebraja, se hunde, se escinde, que Coordinación tiembla, tilila, cintila, vacila.

Deja ya el estilismo me corta el Trevi que nosotros no te vamos a llevar a la Academia.

Nada de Academia. Vengo en plan de informador. Seré implacable a ver las fisuras, las grietas, los fallos. Quiero que me enseñéis los desconchones, las goteras, todo. A mí trucos no. Sé que Coordinación se hunde, se desploma, se cae.

- Eso es Villafontana II - me corta un aparejador de Comisiones que está al tanto del ruidoso caso de aquella urbanización de Móstoles.

Sartorius, que viene fumándose un celta que le ha dado Vázquez Prada, su defendido, pega patadas a las paredes y silletazos a los apliques para demostrarme que todo está sólido. Luego le pega una patada en la retina a Tierno, para que yo vea que ya no se le desprende.

- ¿Ves? Hasta la retina del profe es de hierro.

O sea, que todo has sido una campaña orquestada por los de siempre y pagada con el oro de Pinochet para convencer al país de que la oposición es una casa de citas y que lo que ahora mola es la gran coalición centro-derecha. Salgo a la calle y me vuelvo a encontrar con la gran coalición centro-derecha que pasa solemne.

Llevan cruz alzada y Fernández de la Mora les encamina hacia el crepúsculo de las ideologías, para que se solacen.

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