Bilbao sigue sin pan y con conflictos laborales
Tras la tregua acordada la pasada semana por los trabajadores de las grandes empresas vizcaínas, en espera de que fuesen puestos en libertad los cuatro obreros detenidos, la provincia vivió ayer, de nuevo, un clima generalizado de inactividad laboral, por efecto de las asambleas que se prolongaron durante casi toda la mañana.
Fuentes próximas a las asambleas informan que el número de parados ayer alcanzó la cifra de los 40.000, que corresponden, en gran parte, a las plantillas de Altos Hornos de Vizcaya, Babcock Wilcox, General Eléctrica, Astilleros Españoles de Sestao y Firestone. Otras empresas de plantillas más reducidas se sumaron a la huelga, sobre todo, en la margen derecha del Nervión, hasta totalizar, más de 30 factorías en paro.Representantes de la Coordinadora de Organizaciones Sindicales (COS) se reunieron a mediodía de ayer con el gobernador civil que les instó a que volviesen al trabajo, dado que el juez de orden público había ordenado ya la puesta en libertad de los cuatro detenidos: Diego Cuervo, Ildefonso Val, Jesús García y Sebastián Clemente.
Cumplida así la principal condición para la vuelta al trabajo se espera que la actividad laboral se normalice hoy en toda Vizcaya, ya que los propios representantes de la COS han manifestado que no pueden llevar a los trabajadores a un callejón sin salida.
Paralelamente a esta situación conflictiva, Bilbao vivió ayer su tercer día consecutivo sin pan, a pesar de que las empresas habían prometido el domingo a la primera autoridad provincial que hoy se restablecería el abastecimiento en condiciones normales.
Los trabajadores mantuvieron, sin embargo, en asambleas celebradas durante la madrugada del lunes, en plena calle de Bilbao, su postura de no reanudar el trabajo, mientras no se les abone los dos domingos pendientes de cobro y se firme un nuevo convenio colectivo. Al parecer existen presiones oficiales cerca de las dos empresas que se niegan a pagar los domingos para que reconsideren su postura.
La huelga ha forzado, por otra parte, a adelantar las negociaciones del convenio colectivo que se iniciaron en Sindicatos ayer por la mañana. A lo largo de toda la tarde continuaron las reuniones con el propósito de resolver el conflicto para hoy, pero el problema podría agravarse con los despidos de plantilla que han efectuado dos importantes panificadoras, teniendo en cuenta, sobre todo, que la readmisión de los despedidos era otra de las condiciones para la vuelta al trabajo.
A última hora de la tarde de ayer se desconocía aún si Bilbao iba a tener pan para hoy. Mientras tanto, las panificadoras de la provincia y los fabricantes de pan de molde y toda suerte de bollos están haciendo el agosto, al tiempo que en las panaderías se suceden los conflictos entre las amas de casa que, después de guardar horas de cola, se encuentran con que sólo pueden adquirir una barra.
Por lo que respecta al comercio, ayer se restableció la normalidad después de ser puestas en libertad las 14 personas que habían sido detenidas el sábado. Los trabajadores de los grandes almacenes acordaron, sin embargo, mantenerse en huelga ante el anuncio de despidos, por parte de sus empresas y se muestran firmes en mantener esta postura, mientras no se les garantice que no habrá sanciones.
A lo largo del día de ayer, los jefes de departamento se las vieron y desearon para atender a los clientes aunque, en ocasiones, fueran ayudados por sus respectivas mujeres que acudieron al trabajo de sus maridos, en una insólita decisión de englobar a las familias en el conflicto.
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