Miles de caudillos
Hace años se estrenó en Madrid una comedia extranjera, titulada Miles de payasos. La hacían muy bien Paco Rabal y Elisa Ramírez, Ahora, parece que tenemos en el país miles de caudillos. Lo ha dicho Luciana Wolf, a la..que, pese al equív oco del apellido (pseudónirno o deformación del apellido del primer marido), no hay posibilidad de confundir con Virginia WooIf. Las diferencia una o de más o de menos. Y un toque de distinción.Pero la frase de Luciana es así:
-Cada español lleva dentro un pequeño Caudillo.
Lo escriben con mayúscula para que no resulte genérico ó sea que somos treinta y cuatro millones de Caudillos. Claro, por eso no nos ponemos de acuerdo. Caudillo no hubo más que uno, Francisco Franco, si nos olvidamos de los viejos caudillos que lucharon contra los cartagineses: Istolacio, Indortes y Orisón. Por lo que se desprende de la frase de Luciana Wolf, esto no es el postfranquismo, sino el plurifranquísmo o multifranquismo. Mal que bien, hemos tirado cuarenta años con un Caudillo y varios millones de súbditos, pero no sé córno vamos a manejarnos ahora con treinta y cuatro millones de Caudillos, aunque sean pequeños, y ningún súbdito.
¿De verdad cree Luciana Wolf que todo español lleva dentro un pequeño Caudillo? ¿También Luciana Wolf lleva dentro un pequeño Caudillo? Comprendo que a su primer marido, Juan M anuel, se le hiciese cuesta arriba la convivencia marital con una señora tan acaudillada. Me parece que Luciana Wolf ha jugado un poco, a lo mejor sin querer, con la memoria del Caudillo y, lo que también es grave, con la memoria de los sobrevivientes o supervivientes del caudillismo, que somos treinta y tantos millones nacionales.
Me escribe una francesa diciéndome que va a traducir al francés mi libro Los políticos. Yo creo que en francés lo voy a titular Los Caudillos. Porque lo he pensa do mejor y resulta que quizá Luciana tiene razón. Todos los españoles, en 1936, iban para Caudillos. Pero no había más que una plaza.
Se ha dicho mucho eso de que todo español es un arbitrista. Pero yo no había oído nunca que fuese un Caudillo en potencia. Claro que sin unos millones de Francos po tenciales, hipotéticos e Irrealiza dos, el franquismo no habría dura do tanto. Siem pre recuerdo aquella película de Hollywood sobre los juicios de Nuremberg. Spencer Tracy, que era el juez, llegaba a esta irónica conclusión:
-Resulta que en la Alemania de Hitler nadie ha sido hitleriano.
Que es lo que pasa ahora con la España de Franco.Que nadie ha sido franquista. Eso dicen, al menos. La memoria colectiva se ha borrado. Unos tiran a liberales ) otros a demócratas. Hasta los hay que tiran a socialistas. Luciana Wolf -gracias, Luciana-, sin sabe'rlo.o, sabiéndolo, ha enunciadc una profunda verdad. Sólo miles. millones de Caudillos menores . frustrados y vagorosos, pudieron hacer posible el caudillismo. Y no es que Franco no se bastase por sí solo, sino que evidentemente tenía quorum.
Vienen de la tele a preguntarme qué destacaría yo del. encuentro Madrid-Barcelona que se juega el domingo:
-Yo destacaría al señor Tarradellas.
Y ahora le, pregunto a Luciana: «¿TÚ crees, asimismo, que todo catalán lleva dentro un pequeño Tarradellas?». La realidad profunda y olvidada que ha enunciado Luciana Wolf, como tina Ofelia errante e iluminada que dice más de lo que dice, es que el franquismo ha sido es, una franja muy ancha de la sociedad y la vida española. Que el caudillisimo ha llegado a molturarse en la sangre de rnuchos españoles bizarros y encariccidos. Suárez ha contado que Franco, poco antes de morir,le dijo que se preparase para la democracia.
-¿Tú crees, Luciana, que también Suárez llevará dentro un pequeño Caudillo?
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