Crítica situación de la industria automovilística argentina

El Gobierno militar argentino se enfrentaba hoy con su primer conflicto social de magnitud desde que las fuerzas armadas asumieron el poder el 24 de marzo de este año.Con el aparente propósito de contener un movimiento huelguístico que está paralizando la importante industria automotriz el Gobierno dictó hoy una serie de severas medidas contra quiene promuevan conflictos laborales.

La ley, que establece penas de uno a diez años de prisión para los instigadores de conflictos laborales, viene a reglamentar la prohibición de huelgas dispuesta inmediatamente después del golpe militar de marzo.

La ley reprime con las mismas sanciones los paros o suspensiones realizados por los empresarios. Esta nueva legislación fue promulgada cuando el país asiste a una huelga prácticamente generalizada en todas las plantas automotrices del país, protagonizada por aproximadamente 6.000 trabajadores.

Durante el día de ayer, los obreros paralizaron totalmente dos plantas de Chrysler y una de General Motors y parcialmente una planta de Ford Motors. Todas ellas se encuentran en la periferia de Buenos Aires. También entraron en la cadena huelguística otros establecimientos industriales.

Ejecutivos de las empresas automovilísticas reconocieron que el movimiento de protesta es de carácter estrictamente laboral ya que los huelguistas exigen aumentos salariales superiores al 12 por 100 concedido por el Gobierno a partir del actual mes de septiembre.

Según las informaciones reunidas hoy, el conflicto laboral persiste en la casi totalidad de las instalaciones fabriles automovilísticas de Buenos Aires.

El ministro de Trabajo, general Tomás Liendo, concurrió en la mañana de hoy a la planta de la General Motors en la localidad bonaerense de San Martín con el aparente propósito de lograr la normalización laboral.

Sin embargo, el conflicto no ofrece fácil solución dado que la industria automotriz se encuentra en una etapa agudamente crítica, que la obligó a reducir las jornadas laborales y en algunos casos a paralizar temporalmente la producción.

La venta de automóviles cayó verticalmente en los últimos meses como consecuencia de la recesión interna y del descenso de la capacidad adquisitiva del argentino medio. Por otra parte, los obreros afirman que sus remuneraciones son absolutamente insuficientes, pese al reciente aumento del 12 por 100. De hecho, tal incremento se ha visto neutralizado por las nuevas tarifas del transporte y de los servicios y por los aumentos de los bienes de consumo y la alimentación.