"En este instante de quiebra del Estado, la unidad de la oposición es fundamental"
Los primeros en llegar al hotel Eurobuilding fueron Marcelino Camacho y Nicolás Sartorius, quienes ocuparon dos de las cuarenta y ocho sillas dispuestas para la reunión, y se dedicaron a leer tranquilamente los periódicos. Faltaba todavía más de una hora para el comienzo de la sesión, fijada para las once de la mañana. Hacia las diez y media hizo su aparición la primera oleada de periodistas Y, envueltos en ella, un par de coordinados -Eurico de la Peña y Joaquín Ruiz-Giménez-. Hacia las once y cuarto había ya un lleno hasta la bandera, con un centenar de políticos y casi otros tantos periodistas, que se apretujaban en la sala inicialmente prevista para 48 personas. Allí no había modo de empezar la tan esperada cumbre. «De las catacumbas al plató», comentaba Manuel Zaguirre, representante de USO, mientras contemplaba aquel remolino de gente.El señor García Trevijano decidió entonces tomar cartas en el asunto y, con ayuda de otros compañeros de Coordinación, trató de organizar la acomodación de todos, al propio tiempo que solicitaba reiteradamente que la prensa saliera del salón. Poco después de las once y media, los organizadores habían conseguido sus propósitos y la reunión dio comienzo con la identificación de las delegaciones presentes. Fruto de esta operación fue la salida del salón del señor Sartorius -puesto que ya estaba Marcelino Camacho para representar a CCOO- y de tres ex combatientes republicanos que, a título personal, intentaban asistir a la sesión, y que un tanto entristecidos se fueron por donde habían venido.
A todo esto, en una sala contigua a la de reuniones, un grupo de periodistas deliberaba sobre la situación, y, considerando que un acontecimiento de esta naturaleza merecía algo más que un comunicado final, se redactó y firmó una nota concebida en los siguientes términos:
«A la Mesa: los periodistas firmantes solicitamos formal y expresamente nuestra presencia en esta asamblea, de acuerdo con el espíritu democrático que apellida a las organizaciones aquí presentes. Sería lamentable que tuviéramos que pasar del secreto oficial de unos al silencio extraoficial de los otros.»
Esta nota pasó a la sala con veinticinco firmas -prácticamente la totalidad de los informadores presentes en aquellos momentos- y fue sometida a debate de los reunidos, quienes adoptaron la solución siguiente: permitir la presencia de la prensa durante la sesión de la mañana, que iba a tener un carácter expositivo, y mantener el sistema de puerta cerrada para la sesión de la tarde, dado su carácter deliberante. Como consecuencia de este acuerdo, las puertas del salón se abrieron a las doce y media y, tras la identificación de los periodistas, continuó la sesión.
Mesa y orden del día
Esta reunión, que se considera autoconvocada por cada uno de los asistentes, fue presidida por una Mesa integrada por un miembro de cada una de las instancias unitarias presentes. La composición de la Mesa fue la siguiente: Félix Pons (Assemblea Democrática de Mallorca), Jesús Vega (Consello de Forzas Politicas Galegas), Laura Pastor (Taula de Forces Politiques i Sindicals del País Valenciá), Miquel Sellares (Assemblea Democrática de Catalunya), Mariano Zufia (Coordinación Democrática), José Joaquín Díez de Aguilar (Coordinadora de Fuerzas Democráticas de Canarias), Alejandro Otero (Taboa Democrática de Galiza), Antonio Casero (Assemblea Democrática de Menorca), Jaume Ribas (Assemblea Democrática de Ibiza) y Valentín Solagaistua (Fuerzas Políticas de Euzkadi).
El orden del día fijado fue el siguiente: l.º, análisis del momento político actual; 2.º, articulación de los distintos organismos de la oposición, y, 3.º, acciones políticas conjuntas.
Antes de comenzar la sesión de trabajo propiamente dicha se dio lectura a un comunicado del Consejo delegado del Gobierno vasco en el exilio, que expresaba su saludo a los reunidos y su deseo de que pronto sea posible la articulación de las fuerzas políticas de Euzkadi.
Finalizadas estas operaciones previas, la Mesa concedió la palabra a Joaquín Ruiz-Giménez, quien pronunció un discurso en el que, tras saludar a las instancias unitarias presentes, presentó las líneas generales de la propuesta de Coordinación Democrática a esta reunión.
Discurso de Joaquín Ruiz-Giménez
El señor Ruiz-Giménez analizó, en primer lugar, el actual momento político, que calificó de grave y difícil. «Se yuxtaponen en este instante de la transformación de España -dijo- el tránsito de un Estado autocrático a un Estado genuinamente democrático; de un Estado centralista, a otro que recoja las legítimas aspiraciones a la autonomía de los pueblos del Estado español; y el tránsito de una sociedad con graves injusticias sociales, a otra donde predominen los criterios de igualdad y equidad.»
«En este momento -prosiguió el señor Ruiz-Giménez- se está produciendo la crisis de todo un sistema. El Gobierno Suárez ha permitido la consecución de hechos positivos, entre ellos la amnistía, no completa, y la apertura de diálogo con algunas fuerzas de oposición. Sin embargo, es necesario que ese diálogo se haga con el conjunto de la oposición y para ello las exigencias previas son:
-La plena garantía del ejercicio de las libertades civiles y políticas.
-Negociación pública y transparente.
-Y apertura de un proceso constituyente, como objetivo de esa negociación.»
«Lo que nos convoca aquí -prosiguió el señor Ruiz-Giménez- es la creación de un órgano o plataforma común. Nos importa la unidad de la oposición. Aunque algunas personas ilustres del Gobierno hayan dado muestras de su buena voluntad -indicó-, el Gobierno es un poder real, fáctico, apoyado en sus órganos y en determinadas fuerzas de la sociedad española. La oposición debe ser consciente de ello.»
«A la oposición -continuó- nunca se le podrá reprochar haber actuado con intolerancia, intransigencia o cerrazón.» Reconoció que «subsisten puntos en los que todavía quedan divergencias y tensiones entre nosotros». «Sin embargo, en torno a esta mesa se encuentra un importante conjunto de fuerzas democráticas de España, y un proceso importante sería que los partidos que aún no se han integrado en Coordinación Democrática se incorporaran a este organismo.»
«En este instante de quiebra del Estado -afirmó-, la unidad de la oposición es un factor fundamentalísimo para llegar a la democracia. La negociación con el Gobierno, caso de que sea posible llegar a ella, sólo podrá mantenerse seria y eficazmente si la oposición está unida.» Dijo después que éste no va a ser un otoño caliente, sino punzante y problemático; y si lo que se quiere decir con aquella palabra es que será violento, «no podrá achacarse a la oposición la responsabilidad de ello».
Finalizada la intervención del señor Ruiz-Giménez, cada instancia unitaria presente en la reunión pasó a exponer sus puntos de vista, como se refleja en otro lugar de estas mismas páginas.
Tras la exposición de toda.s las propuestas, la Mesa levantó la sesión, a las dos y cuarto, hasta las cuatro de la tarde. Los participantes se reunieron a almorzar en el mismo hotel, en un salón contiguo.
A las cuatro de la tarde se reanudó la sesión de trabajo, en la que se tenía prevista la deliberación de los puntos del orden del día, a puerta cerrada y sin permitirse la presencia de los periodistas. Las deliberaciones finalizaron a las nueve de la noche y, a continuación, los participantes procedieron, también a puerta cerrada, a discutir los términos en que debía redactarse el comunicado final. Se nombró una comisión al efecto y a las diez y cinco de la noche se procedió a dar lectura del comunicado, tal como informamos en nuestra primera página.
Invitados
Miguel Angel Arredonda (FPS). Eugenia Celada (FPD). Carlos Eizaguirre (FPD). Manuel Fernández (ARDE). Bernardo García-Agudín (PPG). Antonio López (PCOE). Cristóbal Montes (FPS). José del Río (ARDE). Francisco Sánchez (PCOE). Francisco Varea (ARDE).
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