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Motín en la prisión británica de Hull

Juan Cruz

Más de cuarenta presos de la cárcel de Hull, en Inglaterra, seguían manifestándose ayer en el tejado del establecimiento penitenciario, donde más de un centenar de ellos habían pasado la madrugada del miércoles.Los presos protestan por el trato que algunos de sus compañeros dicen haber recibido en la citada cárcel. Entre los manifestantes hay miembros del IRA provisional y otros detenidos considerados como peligrosos, recluidos en la cárcel de Hull por ser una de las más seguras del país.

El Ministerio del Interior ha dicho que los manifestantes no serán forzados a abandonar el tejado, donde pueden estar todo el tiempo que quieran. Ayer se las habían arreglado para desplegar una bandera republicana irlandesa y repetían ritos con los que indicaban cuáles eran sus quejas.

Quieren que se abra una investigación en Ias alegaciones que se hacen sobre, la brutalidad con que los oficiales de prisiones tratan a los internados.

Más derechos

Su protesta se ha producido horas antes eleque se publique en Dublín, Londres y Estrasburgo el informe sobre torturas cometidas por agentes de seguridad británicos en las cárceles del Ulster en 1971.Los presos protestan también por el trato general que los internados reciben en la cárcel en la que se hallan. Su queja ha coincidido con el 250 aniversario del nacimiento del hombre que fundó la organización dedicada a pedir la reforma penal y penitenciaria en Inglaterra, John Howard. Un representante de esa entidad dijo ayer que manifestaciones de presidiarios como los de Hull podrían evitarse concediendo más derechos a los encarcelados.

Entre tales derechos el seguidor de Howard cita el que debe tener toda persona para escribir cartas libremente sin tener que sufrir ninguna clase de censura. El uso de ese derecho por parte de los presos les daría a éstos la posibilidad de un contacto frecuente y fecundo con el mundo exterior de modo que pudiera evitarse la desolación que muchas veces les llevan a acciones como la que ahora se ha producido en la prisión de Hull.

Asimismo, los presos deberían tener derecho a expresar sus puntos de vista sobre las condiciones de la cárcel en que se encuentran sin tener que recurrir a medidas extremas que pudieran conducir a mayor represión por parte de las autoridades.

La manifestación de los presos de Hull está protagonizada, como decimos, por algunos miembros del IRA provisional, a los que en Gran Bretaña no se considera detenidos políticos, sino delincuentes terroristas comunes. Su acción ha coincidido con otro acontecimiento que los tiene como objetivos principales. En el Parlamento de Dublín se aprobó anoche la ley Antiterrorista con la que el Gobierno de Consgrave intenta desmantelar al IRA, empezando por sus dirigentes, contra los cuales se proyectan sentencias de una gran dureza. Hasta el momento el partido de la oposición, el Fianna Fail se mantiene en su postura contraria a la ley porque la considera innecesaria en este momento. Da la impresión de que lo único que intentó el Fianna Fail que dilatar e¡ tiempo de debate. Al Final prevaleció el criterio del Gobierno, que cree que el asesinato del embajador británico en Dublín y el atentado contra el Palacio de Justicia de la capital irlandesa son elementos suficientes como para iniciar una, campaña intensiva de lucha contra el IRA, causante, al parecer, de ambos siniestros. «El IRA -ha dicho Consgrave- es un enemigo del pueblo irlandés, contra el que todos los irlandeses se tienen que manifestar».

Detenidos en Escocia

Mientras tanto, en Escocia, la parte del Reino Unido que algunos comentaristas ven como la futura Irlanda del Norte si sus deseos de independencia no son tratados con tacto, la policía ha detenido a cinco miembros de una organización extremista secreta cuya procedencia y cuyos objetivos no se han revelado.En el pasado, un suspuesto «ejército de liberación escocés» realizó algunos atentados que, de momento, no se han relacionado con los cinco detenidos que la policía escocesa mantiene desde ayer en varias comisarías del territorio.

Recientemente, con motivo de una visita de Callaghan a Escocia y con ocasión de un viaje de la reina con el mismo destino, se tomaron grandes medidas de seguridad previniendo cualquier tipo de acción violenta contra ambos personajes.

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