Ecuador insiste en el carácter político de la reunión eclesial de Riobamba
El subsecretario del Gobierno ecuatoriano, doctor Xavier Manrique, afirmó ayer a través de un mensaje radiotelevisado a todo el país que los obispos, sacerdotes y seglares de varios países que participaban hace dos semanas en la reunión de Riobamba no estaban tratando temas pastorales sino asuntos relacionados con «actividades subversivas de índole politica».El doctor Manrique dijo en su alocución que el profundo respeto que merece la Iglesia católica impedía dar a la publicidad la documentación encontrada en poder de los asistentes a la reunión de Riobamba, pero que para salvaguardar el prestigio del Gobierno se había decidido comunicar los verdaderos fines de la reunión «y la gravedad de las implicaciones que para la paz y seguridad internas del país tenía la misma».
Según el subsecretario, de los documentos recogidos se desprende que «se pretendía propiciar la desobediencia civil y el no acatamiento a la ley por parte de los ciudadanos de Ecuador».
Manrique aclaró que los participantes en la reunión de Riobamba infringieron la Constitución de la República, el Código Penal y la ley sobre Inmigración, marginándose del modus vivendi estipulado para las relaciones entre la Santa Sede y Ecuador.
«Quienes han venido a Ecuador como si fueran tierra de nadie -dijo el portavoz del Gobierno- y han ofendido nuestros principios y pretendido mancillar nuestro honor no merecían bajo ninguna circunstancia ni siquiera las numerosas consideraciones de que fueron objeto.»
Finalmente, Manrique afirmó que siempre se negaría a los extranjeros el derecho de juntarse en reuniones secretas, del tipo que fueran, para opinar o llegar a conclusiones ofensivas para Ecuador.
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