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Reportaje:

Los vecinos de Vallecas pueden perder ocho mil metros cuadrados de jardín-museo

El anuncio de que el proyecto de jardines para la parte inferior del puente de la Albufera actualmente en construcción sería sustituido por la creación de una estación de autobuses de la EMT, ha creado en los vecinos de la zona un malestar y una protesta ante lo que se ha calificado como «atentado contra los derechos de los vecinos no sólo de Vallecas sino de Madrid». Al parecer, este cambio, que dejaría a los vecinos de la zona sin 8.000 metros cuadrados de jardín-museo, fue acordado tras la visita que el alcalde de Madrid realizó a la zona el pasado mes, acompañado del ministro de Obras Públicas.

Catorce organizaciones, entre asociaciones de vecinos, clubs juveniles y de ancianos, se reunieron ayer en la Cooperativa de Viviendas del Pozo para expresar su protesta ante el alcalde de Madrid, señor Arespacochaga, y el ministro de Obras Públicas, por el anuncio comunicado a una comisión de vecinos en el MOP de que los jardines proyectados y aprobados para la parte inferior del puente de la Albufera serían sustituidos por una estación para la Empresa Municipal de Transportes.Este puente, que une la avenida de la Paz o M-30 por encima del puente de Vallecas, fue proyectado y aprobado en julio del pasado año y se estudió de acuerdo con las necesidades de que se realizara en el mínimo de tiempo, que se originaran las mínimas molestias durante su construcción y que se mantuviera dentro de los costes normales. Sin embargo, los ingenieros encargados del proyecto decidieron que esta obra «fuera pretexto y sirviera para mejorar este espacio de la ciudad desde un punto de vista urbanístico y plástico», según consta en la memoria del Ministerio de Obras Públicas.

Esta mejora se lograría con una zona nada de utilización para el vecindario que ocuparía una superficie de 8.000 metros cuadrados y que fue presupuestada en dos millones de pesetas para acondicionamiento de la zona,

Ante la avanzada construcción de la obra, que según los ingenieros podría terminar para noviembre, y la no iniciación de los trabajos de jardinería, una comisión de vecinos se presentó el pasado lunes en el Ministerio para intentar saber la causa de esta lentitud.

Según se les comunicó, el proyecto de una forma oficiosa había sido variado, ya que el alcalde de Madrid había solicitado que, al tratarse de terrenos municipales, se dejara la parte inferior del puente para estación de autobuses, «ya que ha sido solicitado, repetidas veces por los vecinos de la zona».

Este cambio en una construcción proyectada en hormigón blanco «para conseguir diafanidad y alegría, poco comunes en este tipo de obras», pretendía, según la memoria, «no ser un ámbito sucio, un aparcamiento o un estercolero». Motivo por el que, al parecer, se han empleado unos 80 millones más que en otros puentes similares, se realizó un diseño de construcción espacioso y artístico y se encargaron unos elementos prefabricados de hormigón pretensado que dieran mayor movilidad a la obra. A esto se añadió un proyecto de los jardines en forma de numerosos cráteres, que no sólo aislarían a los usuarios de los ruidos exteriores, sino que crearían en un marco de zona verde y esculturas, un museo-jardín para el pueblo de Vallecas.

Las Asociaciones de Vecinos de Palomeras Altas, Centro, Sureste, Bajas, Cooperativa de Viviendas del Pozo, Pozo del Tío Raimundo, Los Huertos, San Diego. Doña Carlota-Puente, Pueblo Vallecas, La Viña, Arroyo del Olivar. La Paz, así como la Asociación Juvenil San Diego y el Club de Ancianos de la Cooperativa, se reunieron ayer ante la posible pérdida de estos jardines. «Nos extrañan las anteriores declaraciones del alcalde de Madrid sobre que las mejoras que se realicen en los barrios nunca irán en detrimento de los jardines, cuando lo que van a quitarnos ahora es un jardín aprobado y deseado por todo el barrio». «Esta medida no sólo va contra lo escrito sobre la vivienda, sino atenta contra el mejoramiento de la ciudad.»

El ingeniero encargado del proyecto, señor Fernández Ordóñez, manifestó durante la rueda de prensa su sorpresa ante la detención del proyecto dejardines, «puesto que nosotros hicimos el proyecto con esas características para dar a Vallecas no sólo un puente, sino un espacio ajardinado que sirviera de descongestión y, sobre todo, de descanso».

Los vecinos leyeron una carta que, una vez firmada por todos los organismos que lo deseen, se enviará tanto al señor Arespacochaga como al ministro de Obras Públicas, en la que se les solicita una entrevista para conocer los posibles motivos de este cambio oficioso, «en el que los vecinos vamos a perder 8.000 metros cuadrados de jardines en uno de los puntos más contaminados de Madrid.» La estación de autobuses también interesa a los vecinos, como muchos de éstos manifestaron en la reunión, «pero si esta estación de autobuses nos es necesaria no significa por ello que vayamos a per der el primer jardín que vamos a tener». «Hay que impugnar esta decisión del Ayuntamiento para conseguir este espacio-museo de Vallecas.»

En la obra de ajardinamiento cooperaría el diseñador de jardines Leandro Silva, de nacionalidad uruguaya, que ya diseñó el parque de Pérez Galdós, de Las Palmas, y estaría adornado con una serie de estatuas realizadas por los artistas Antonio López García, Julio Hernández y Francisco López, que regalarían sus obras al pueblo de Vallecas.

La obra del puente, con siete pilas y dos estribos, se realiza con elementos prefabricados y vigas cajones de cinco metros de longitud, que se pueden colocar inmediatamente, «con lo que la obra quedará construida en un espacio récord».

Pero esta construcción será mutilada en caso de que los autobuses tengan en su parte inferior las paradas. «No se ha hecho un puente para descongestionar, sino con vista a que la zona de Vallecas, marginada durante tantos años, tenia una obra de cara a la sociedad y el futuro».

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