Angelo Sala,
industrial italiano con residencia en las proximidades de Milán, acaba de finalizar una de las peores vacaciones de su vida. Al regreso de las mismas, comprobó que faltaban varios dibujos de Murillo, Velázquez, Rubén, Tiépolo, Rafael y Tiziano, de las paredes de su villa. Las primeras estimaciones de los expertos calculan que el valor de lo robado puede llegar a los 816 millones de pesetas. Las sospechas de la policía recaen en una banda internacional de traficantes de objetos de arte que actúa en Italia desde hace tres años.
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