El primer ministro sudafricano admite la gravedad de la situación

El primer ministro sudafricano, John Vorster, declaró ayer que su Gobierno no será «presa del pánico» como consecuencia de los actuales incidentes raciales, sólo horas después de que la policía sudafricana matase a otros dos jóvenes negros en Alexandra, suburbio negro de Johannesburgo.En su primer comentario desde que las manifestaciones antigubernamentales se reanudaron la semana pasada, Vorster admitió que el país se encontraba en una «grave» situación como consecuencia de las protestas de los jóvenes negros y de las repercusiones que éstas habían encontrado en la opinión pública internacional.

Sin embargo, el primer ministro sudafricano, en una entrevista concedida a una revista local, desmintió que la situación fuese crítica, como han sugerido los opositores al régimen de discriminación racial encarnado por el «apartheid". «No toleraremos eso», dijo Vorster refiriéndose a los incidentes que han costado la vida a 188 personas en el plazo de ocho semanas. «Si' hay quejas, abriremos la puerta a esas quejas, pero con toda seguridad el Gobierno no será presa del pánico». Las declaraciones de Vorster fueron publicadas mientras patrullas de la población intentaban contener la más importante ola de violencia desde que los incidentes raciales estallaron hace seis días.

Los incidentes más graves de las últimas horas tuvieron lugar en Soweto, situada al suroeste de Johannesburgo, y en Alexandra, un pequeño y pobre enclave en la parte norte de la ciudad. En cada una de las dos poblaciones, multitudes de jóvenes negros intentaron cortar el paso a los trabajadores negros que están empleados en las empresas blancas de Johannesburgo.

En todo el país

En Alexandra, dos jóvenes murieron por disparos de la policía, elevando a cinco el número de personas muertas directamente por las fuerzas del orden. Por lo menos otras cuatro personas han muerto en !os últimos incidentes, aunque no directamente como consecuencia de la acción policial.Además de en las dos ciudades citadas, los incidentes raciales se extendieron el lunes a otras poblaciones negras del sudeste y suroeste de Johannesburgo, a Pretoria y al nordeste del país. En Montshiwa, capital del bantustán de Bophutatswana, los manifestantes quemaron el edificio del parlamento local. Los manifestantes, en su mayoría estudiantes negros de segunda enseñanza, quemaron otros edificios y prendieron fuego a docenas de vehículos, algunos de ellos pertenecientes a miembros de la policía y a funcionarios del Gobierno.