Emilio Munárriz vuelve a vender el pan más barato

Emilio Alonso Munárriz, presidente del Consejo de Administración de Pancasa, ha vuelto hoy a vender pan en sus despachos a un precio más bajo de lo que lo hacen el resto de los despachos de la capital.En el despacho del señor Munárriz, que se encuentra en San Nicanor, 20, las barras de pan de 14 pesetas se vendían a 11, y las de 9,50, a 8 pesetas, teniendo las piezas el peso correcto.

A la vista de todo esto, el despacho de pan situado en Emilio Arias, 6, ha decidio bajar aún más los precios del pan y ha ofrecido las barras de 14 a 9 pesetas, mientras que las de 9,50 las ha vendido a 5 pesetas.

El señor Munárriz ha pasado unas horas detenido. Según nos ha contado él mismo. El hecho tuvo lugar cuando el presidente de Pancasa fue a presentar una denuncia contra Amalio Fermosell, vendedor de pan, que le había amenazado telefónicamente de muerte y contra dos gamberros que en la noche del 15 al 16 de julio le hicieron numerosos destrozos en la panificadora, como cerrar los tiros del horno para perturbar la cocción en marcha, colocar colillas en algunas piezas de pan y destrozar una serie de plantas que para el señor Munárriz tenían un gran valor sentimental. La denuncia se refiere a graves diferencias debidas al precio del pan.

Tras una breve discusión con el juez acerca de quién tenía que respetar más a quién, el señor Munárriz fue conducido a los calabozos. A las 8,30 de ayer tarde, los vecinos de Orcasitas celebraron una asamblea para apoyar al señor Munárriz, ya que piensan que la bajada de los precios del pan del otro despacho es una medida coyuntural que no beneficia para nada a los propósitos que alberga Pancasa: demostrar que el pan puede venderse más barato.

Emilio Alonso lleva ya un largo tiempo intentando reducir el precio del pan que se les ofrece a los madrileños -ver EL PAIS del día 23 de julio, última página por medio de un consorcio entre las diversas panificadoras que trabajan en la capital y los despachos de pan que operan en la misma, ofreciendo, además, una compensación económica a las asociaciones ciudadanas que colaboraran en esta campaña de abaratamiento del pan. Sin embargo, frente a él se ha encontrado con un buen número de panificadoras que consideran que tal intentona supondría su ruina. Consecuencia de esto ha sido el más de un atentado que ha sufrido y las repetidas amenazas que contra su persona ha recibido, incluida alguna de muerte.

El señor Alonso calcula que la cifra del posible fraude del pan en Madrid se puede calcular en unos siete mil millones de pesetas en los últimos años, que han venido a convertir en millonarios a algunos a costa del bolsillo del siempre sufrido consumidor.