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El régimen de Pretoria, emplazado por la ONU a retirarse de Namibia

La reciente petición de la ONU al Gobierno sudafricano para que se retire de Namibia antes de fin de mes, transmitida a Pretoria el jueves, parece indicar que la organización internacional está decidida a llegar a una solución en la vieja polémica que le enfrenta a aquel país desde hace varios años.Namibia, o Africa del sudoeste, fue ocupada en 1884 por los alemanes. Gran Bretaña, que había dado instrucciones a su colonia de El Cabo en 1883 para que se anticipase a los hombres de Bismarck, no pudo llegar a tiempo. En 1884 fijó las fronteras del territorio de Namibia de acuerdo con Alemania.

Al convertirse en independiente la colonia de El Cabo tras la primera guerra mundial, los aliados confiaron a Gran Bretaña el destino de los pueblos del sudoeste africano. Londres prefirió en aquel entonces que la recién creada Sociedad de Naciones lo entregase bajo mandato a la Unión Sudafricana, lo cual se llevó a efecto el 17 de diciembre de 1920.

En la conferencia de San Francisco, de 1945, al constituirse la organización de las Naciones Unidas (ONU), tras un período de interrupción de la Sociedad de Naciones, Sudáfrica solicitó que se pusiese fin al mandato sobre Namíbia y que el sudoeste africano fuese incorporado a su territorio.

Esta actitud de Pretoria dio origen a la Resolución 65-I de 1946 por la cual la Asamblea General rechazó la petición sudafricana y recomendó que el sudoeste africa no fuese colocado bajo tutela internacional. Al negarse Sudáfrica, el asunto fue sometido a la Corte Internacional de Justicia que en julio de 1950 ratificó que cel sudoeste africano es un territorio sometido al mandato internacional asumido por la Unión Sudafricana el 17 de diciembre de 1920».

A lo largo de todos estos últimos anos se matuvo la polémica y Sudáfrica hizo caso omiso de numerosas resoluciones que le instaban a hacer posible que los namibios se expresasen libremente sobre su futuro.

Unos años más tarde surgía un movimiento de liberación apoyado por numerosos países africanos, el «South West Africa People's Organisation» (SWAPO) que, como afirmaría recientemente su presidente, Sam Nujoma, ha procedido a una purga interna para eliminar a los elementos conciliadores con la potencia mandataria.

Ante la presión internacional reciente en contra del sistema racial aplicada en el Africa Austral, y en particular los dos aspectos más inmediatamente destacables, Rodesia y Namibia, las autoridades sudafricanas se vieron obligadas a hacer ciertas concesiones. La primera de ellas, dada a conocer ayer, fue la aceptación por parte del ministro de la Policía sudafricano, James Kruger, del traslado de los prisioneros del SWAPO de las islas donde les tenían recluidos en condiciones precarias, al penal de Windhoek, la capital.

Aunque Kruger explicó su decisión por razones administrativas, no es menos cierto que este traslado representa una concesión importante que entre otras cosas permitirá que las familias de los detenidos les puedan visitar.

Las autoridades sudafricanas no « parecen sin embargo dispuestas a renunciar fácilmente a un mandato sobre un territorio en el cual tienen importantes intereses, e inversiones. En previsión de una posible independencia forzada intemacionalmente, han creado una organización que se autodetermina «Por el Sudoeste Africano» y que pretende ser una alternativa al SWAPO, que en su primera declaración, dada a conocer ayer se declara apolítica y partidaria de un estado multirracial.

De reciente declaración también es el «Comité Constitucional» que, a tono con el emplazamiento de la ONU, aspira a preparar tanto la trasformación constitucional,y jurídica del sudoeste africano, co mo la consulta popular si, ésta llega a realizarse. La citada organización «Por el Sudoeste Africano», hizo saber que está dispuesta a colaborar con el «Comité Constitucional».

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